Un trágico accidente de tránsito sacudió al municipio Diez de Octubre, en La Habana, cuando una motocicleta fue violentamente impactada por una guagua en la intersección de la calle Espadero y la avenida Acosta.
El joven conductor de la moto falleció en el lugar del siniestro, mientras que su acompañante, una joven mujer, fue trasladada de urgencia al hospital con heridas de gravedad.
El suceso conmocionó a los vecinos del barrio, quienes describieron el estruendo del choque como estremecedor. Testigos afirmaron que la guagua no respetó la preferencia del paso y viajaba a una velocidad excesiva, lo que habría impedido al conductor de la motocicleta reaccionar a tiempo.
Este accidente revive una larga serie de tragedias viales ocurridas en los últimos meses en distintos puntos de la capital cubana, donde motociclistas, peatones y pasajeros de vehículos han perdido la vida por causas que van desde fallas técnicas hasta la negligencia humana.
Uno de los casos más recordados tuvo lugar en Marianao en abril, cuando una moto eléctrica colisionó contra un camión estatal en una intersección sin semáforo. El joven conductor falleció de forma instantánea y su acompañante sufrió múltiples fracturas. La falta de señalización adecuada y la escasa visibilidad fueron señaladas por los vecinos como factores determinantes.
En mayo, otro accidente sacudió a los residentes del reparto Eléctrico, cuando un almendrón sufrió una falla en los frenos y se estrelló contra una pared. El conductor murió en el acto y dos de los pasajeros resultaron heridos. En esa ocasión, se volvió a poner sobre la mesa el deteriorado estado técnico de muchos vehículos en circulación y la necesidad de controles más estrictos en los puntos de revisión automotor.
Más recientemente, un choque múltiple en la Calzada del Cerro dejó varios lesionados y provocó el colapso temporal del tránsito. Vecinos del área denunciaron que la mala señalización y el deterioro del pavimento habían sido advertidos en múltiples ocasiones, sin que se adoptaran medidas preventivas por parte de las autoridades.
"Cada accidente es un recordatorio brutal de lo frágil que puede ser la vida en las calles de La Habana. La combinación de imprudencia, falta de mantenimiento vehicular y carencias en la infraestructura vial está cobrando un precio inaceptable." La muerte del joven en Diez de Octubre debería marcar un punto de inflexión para reforzar la educación vial, mejorar la señalización y exigir mayor responsabilidad a todos los actores del tránsito.
Fuente: La Tijera