La economía cubana continúa atravesando una etapa de marcada dualidad cambiaria, en la que las tasas oficiales y las del mercado informal ofrecen realidades completamente opuestas. Este sábado 28 de junio, las cifras publicadas por fuentes independientes como El Toque confirman el sostenido debilitamiento del peso cubano frente a monedas extranjeras.
El euro alcanzó hoy un valor de 420 CUP, el dólar estadounidense se mantiene en 380 CUP, y la Moneda Libremente Convertible (MLC) se sitúa en 260 CUP, todas cifras correspondientes al mercado informal o callejero.
Estas tasas no son simples referencias especulativas: constituyen el entorno más real para el ciudadano promedio que necesita adquirir moneda fuerte para compras en tiendas MLC o de divisas.
En este circuito informal, la divisa extranjera se vuelve una necesidad básica para sobrevivir en un sistema donde el peso nacional ha perdido poder de compra de forma dramática.
En contraste, el Banco Central de Cuba mantiene las tasas oficiales considerablemente más bajas. De acuerdo con la información vigente desde el 27 hasta el 30 de junio, el dólar estadounidense se cotiza en 120 CUP y el euro en 140.70 CUP en el sistema bancario formal.
El MLC, aunque no tiene una cotización oficial directa, continúa siendo utilizado en tiendas estatales, aunque su adquisición solo es posible a través de divisas extranjeras depositadas en tarjetas magnéticas.
Esta brecha entre los mercados formal e informal no solo representa una distorsión técnica, sino que impacta de forma directa en la economía cotidiana. Quienes dependen de salarios en CUP encuentran cada vez más difícil acceder a productos básicos, pues muchos comercios y vendedores toman como referencia las tasas informales para fijar precios.
Además, la diferencia entre el valor real y el valor bancario de las divisas desalienta el uso del sistema financiero nacional, profundizando el ciclo de desconfianza.
En este contexto, la cotización del euro a 420 CUP resulta particularmente significativa: no solo marca su máximo nivel en lo que va de mes, sino que también refuerza la percepción de que el peso cubano se encuentra en una caída persistente. Mientras tanto, la estabilidad del dólar y del MLC sugiere que el mercado ha encontrado un piso momentáneo, aunque nada indica que esa estabilidad será duradera.
En medio de esta incertidumbre, la vida cotidiana del cubano común continúa enfrentando la inflación, la escasez y la volatilidad monetaria como parte de su realidad diaria.
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