El gobierno de Estados Unidos volvió a emitir este lunes una advertencia categórica sobre los riesgos de permanecer en Venezuela, instando a sus ciudadanos a abandonar el país de inmediato ante el "peligro extremo" que representa la permanencia allí.
La actualización, emitida por el Departamento de Estado el 12 de abril, mantiene el nivel 4 de alerta de viaje —el más alto posible— y se produce días después de la operación que permitió la salida segura de cinco opositores venezolanos refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas.
En su comunicado, la Oficina de Asuntos Consulares advierte que los ciudadanos estadounidenses en Venezuela enfrentan graves amenazas, incluyendo detenciones arbitrarias, tortura, terrorismo, secuestros, aplicación caprichosa de las leyes locales, y una creciente crisis de seguridad y servicios.
“Recomendamos encarecidamente a todos los ciudadanos estadounidenses y residentes legales que se encuentren en Venezuela que salgan del país cuanto antes. No viaje a Venezuela bajo ninguna circunstancia”, señaló el gobierno estadounidense.
Desde marzo de 2019, tras la ruptura de relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro, la Embajada de EE.UU. en Caracas cerró sus puertas. Esta situación impide brindar cualquier tipo de asistencia consular o respuesta ante emergencias, lo que agrava aún más el riesgo para los estadounidenses en territorio venezolano.
Las autoridades estadounidenses aseguran que el riesgo de detención injusta es elevado. Varios ciudadanos norteamericanos, incluidos residentes permanentes, han sido privados de libertad durante años sin notificación formal ni acceso a abogados. Además, han sido víctimas de tratos crueles, incluyendo torturas físicas y psicológicas, según testimonios recogidos por organismos de derechos humanos.
El Departamento de Estado también señala que Venezuela vive una situación crítica marcada por altos niveles de criminalidad, inestabilidad política y colapso de servicios básicos. Robos, secuestros, homicidios y saqueos son comunes, especialmente en zonas urbanas.
La represión de manifestaciones pacíficas, el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades y la presencia de grupos armados ilegales en zonas fronterizas elevan aún más la peligrosidad del país. A esto se suma la escasez crónica de alimentos, medicinas, agua, electricidad y combustible.
Para quienes, pese a las advertencias, decidan ingresar o permanecer en Venezuela, el gobierno estadounidense recomienda adoptar medidas extremas de seguridad: desde la elaboración de un testamento hasta la contratación de empresas privadas para protección y evacuación.
Asimismo, sugiere establecer un protocolo de comunicación con familiares o empleadores, incluyendo un sistema de “prueba de vida” para casos de secuestro o detención, con el fin de evitar fraudes o intentos de extorsión.
Finalmente, el Departamento de Estado reiteró que no puede brindar ayuda para reemplazar pasaportes perdidos ni intervenir en trámites migratorios dentro del país, por lo que cualquier plan de evacuación debe prescindir de asistencia oficial estadounidense.
Republicanos impulsan recortes masivos a Medicaid: millones en riesgo de perder cobertura
Hace 1 día