Una publicación en la página de Facebook “Díaz-Canel sin GAO” ha desatado indignación al mostrar las deplorables condiciones del Hospital Provincial de Sancti Spíritus, en Cuba. El testimonio inicial señala que "hay charcos de agua por todo el baño", en áreas donde permanecen embarazadas ingresadas además de cualquier tipo de insecto en camas y baños.
Las imágenes compartidas revelan un entorno antihigiénico y peligroso, baños inundados, especialmente peligrosos tratándose de pacientes gestantes.
Las reacciones no se hicieron esperar. Ainhoass Arami, una usuaria que vivió la experiencia, afirma que el estado actual del hospital “está limpio para como estaba en ese entonces”, lo que sugiere una decadencia mantenida en el tiempo.
La crítica apunta no solo al abandono estructural, sino a la falta de responsabilidad institucional: “eso es culpa de quien limpia, de quien tenga que velar por la limpieza”.
Las marcas en los suelos es muestra evidente de las inundaciones que caracterizan a las instalaciones sanitarias, aún después de tratar de secar los pisos.
Otros comentarios amplían la denuncia a hospitales en otras provincias. Daymara Rodríguez Téllez advierte: “Vengan al de Holguín”, insinuando que la situación allí podría ser aún peor. Mary Napoles añade: “Así están muchos”, en referencia al estado generalizado del sistema hospitalario cubano.
"Lo más alarmante es el comentario de Daniela Núñez Soto, quien denuncia que a pesar de estas condiciones, las autoridades obligan a las pacientes a ingresar en estos centros, y que incluso visitan sus hogares con amenazas de fiscales si se niegan a hacerlo".
Este tipo de coerción revela un patrón autoritario y una grave violación del derecho al consentimiento médico informado.
Elda Roselló Sosa intenta desviar la atención alegando que “el bloqueo” es responsable, una narrativa habitual del gobierno. Sin embargo, la mayoría de los comentarios ciudadanos apuntan directamente al abandono institucional y a la corrupción de una administración que ha sido incapaz de garantizar servicios básicos de salud.
La imagen de Cuba como potencia médica es hoy insostenible. A través de redes sociales, los propios ciudadanos están desmontando la propaganda estatal, exponiendo con pruebas la miseria de hospitales, la falta de insumos y la negligencia sistemática.
Esta publicación no es un caso aislado: forma parte de una ola creciente de denuncias que desnudan un sistema sanitario colapsado, muy distante del modelo de excelencia que el régimen insiste en proyectar.
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