La crisis migratoria en Estados Unidos ha entrado en una fase alarmante tras confirmarse el arresto de cubanos con estatus I-220A que acudieron voluntariamente a sus citas judiciales.
En los últimos días, al menos diez migrantes, entre ellos Jhon Eduardo Hernández, Denis Durán Dávila y Hermes Sánchez López, fueron trasladados al centro de detención conocido como Alligator Alcatraz, una prisión migratoria en Florida que ha sido severamente cuestionada por sus condiciones “inhumanas” y su ubicación, literalmente rodeada de caimanes.
"Si lo deportan a Cuba, él se quitaría la vida", declaró Adriana Rodríguez, esposa de Hernández. El temor al regreso forzoso y las pésimas condiciones dentro del centro generan angustia entre los familiares. Según ella, “no hay esperanza” y el ambiente es “opresivo, antihigiénico y cruel”.
“Lo más alarmante es que muchos de los detenidos fueron arrestados al presentarse voluntariamente ante la Corte de Inmigración. No tienen antecedentes penales, trabajan, pagan impuestos y seguían sus procesos legales”, denunció el abogado Wilfredo Allen.
Uno de los casos más conmovedores fue el de Denis Durán, cuya madre se arrodilló frente a los agentes del ICE suplicando que no lo deportaran.
El reguetonero cubano Leamsy Izquierdo, conocido como “La Figura”, actualmente recluido en Alligator Alcatraz, ha sido una de las voces que más ha expuesto la realidad interna: “Nos dan una sola comida al día y a veces viene con gusanos. Las luces nunca se apagan, los mosquitos son enormes y no hay agua suficiente para bañarse o usar el baño”, afirmó.
El alarmante aumento de detenciones migratorias coincide con una nueva directiva de la administración Trump que exige cumplir con una cuota diaria de 3.000 arrestos. Datos del Cato Institute indican que dos tercios de los migrantes detenidos este año no tienen antecedentes criminales.
La situación ha llamado la atención del Congreso. Una delegación de senadores demócratas visitó recientemente el centro y denunció las condiciones “infrahumanas e indignas” que encontraron. Según el senador Alex Padilla, “ningún ser humano debería estar confinado en un lugar como ese, rodeado de caimanes, bajo calor extremo y sin acceso adecuado a agua o comida”.
“Esto no es solo una crisis migratoria, es una crisis moral”, concluyó la senadora Elizabeth Warren, quien pidió el cierre inmediato del centro y la revisión urgente de los procesos de detención de personas con casos abiertos de asilo.
Mientras tanto, la indignación crece entre activistas, abogados y familias que claman por justicia y humanidad.
Fuente: Directorio Noticias
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