Vuelve a la palestra el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada que esta vez nos acerca al estado de los baños en la sala de cirugía del Hospital Clínico Quirúrgico "Juan Bruno Zayas", en Santiago de Cuba.
Las imágenes han desatado una ola de comentarios que reflejan la profunda indignación ciudadana. Fotos compartidas en redes muestran un panorama desolador: inodoros sucios, papeles regados en el suelo, hedor y ausencia total de limpieza, todo en un área crítica como lo es cirugía. Lo más alarmante es que no se trata de un hecho aislado, sino de una imagen repetida en otros centros hospitalarios del país.
"Entrar enfermo y salir con otra enfermedad por la falta de higiene no puede ser la norma", escribió una usuaria, mientras que otra afirmó que "el hospital que brillaba por su limpieza, hoy es un asco".
Este retroceso en las condiciones sanitarias está asociado no solo a la escasez de insumos y personal, sino también al abandono institucional y la pérdida general de valores colectivos. Muchos testimonios coinciden en que los propios pacientes y acompañantes contribuyen al deterioro del entorno: “Rompen, ensucian y destruyen lo poco que queda”, se lee en varios comentarios.
El problema no es exclusivo del "Juan Bruno Zayas". El Hospital Provincial "Saturnino Lora", también en Santiago, es señalado como otro ejemplo de abandono. "El cuerpo de guardia da asco", denuncia una internauta. A la lista se suman menciones al hospital pediátrico La Ondi y al emblemático "Calixto García de La Habana", donde según una usuaria, “mi hijo y mi esposo tuvieron que limpiar el baño durante mi ingreso”. En esos centros, se repiten los mismos elementos: ausencia de auxiliares de limpieza, falta de agua, condiciones antihigiénicas y riesgo constante de infecciones postoperatorias.
"Lo peor que le puede pasar a un cubano hoy es enfermarse", afirma otra persona, reflejando el sentimiento colectivo de desesperanza frente al deterioro del sistema de salud.
Aunque algunos señalan al bloqueo como causa de fondo, la mayoría apunta a la falta de voluntad, gestión y respeto institucional hacia la vida de los ciudadanos. Sin personal suficiente, sin insumos básicos, y sin una cultura sanitaria activa, los hospitales cubanos parecen acercarse más a zonas de desastre que a centros de atención médica.
Los hospitales fueron durante décadas símbolo de orgullo nacional. Hoy, como indican decenas de voces en redes sociales, se han convertido en espacios donde el abandono, la miseria y el descuido reinan sin control. Las consecuencias humanas de este colapso son incalculables.