Las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania han alcanzado un punto crítico tras el tenso encuentro entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y el líder estadounidense, Donald Trump. El enfrentamiento en el Despacho Oval dejó en evidencia las crecientes diferencias entre ambos países, con el secretario de Estado, Marco Rubio, instando a Zelenskyy a disculparse y poniendo en duda su compromiso con un acuerdo de paz con Rusia.
Rubio, en una entrevista con CNN, calificó la reunión como un "fiasco" y aseguró que el líder ucraniano "no tenía ninguna necesidad de volverse antagónico" con Trump. Según el funcionario estadounidense, Zelenskyy debería disculparse por lo sucedido, ya que considera que "nos hizo perder el tiempo" con un encuentro que terminó de manera abrupta.
Pero más allá del choque diplomático, las declaraciones de Rubio han avivado la controversia sobre la postura de Ucrania en el conflicto con Rusia. "Empiezas a pensar que quizás Zelensky no quiere un acuerdo de paz. Dice que quiere, pero quizás no quiere", afirmó el secretario de Estado, criticando la postura del presidente ucraniano por ser demasiado "maximalista" y abordar los temas de manera "agresiva" en público en lugar de en negociaciones formales.
Por su parte, Zelensky descartó que vaya a ofrecer disculpas por el incidente en la Casa Blanca. En declaraciones a Fox News, el mandatario ucraniano aseguró que no cree haber hecho nada incorrecto y que simplemente fue "honesto" en su postura. No obstante, reconoció que lamentaba que la discusión se hubiera dado frente a las cámaras, lo que intensificó la controversia.
El episodio marcó un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países, que hasta ahora habían mantenido un vínculo estratégico desde el inicio de la invasión rusa en 2022. El hecho de que, tras el enfrentamiento, Zelensky fuera informado de que debía abandonar la Casa Blanca, con la cancelación del almuerzo y la rueda de prensa previstas, es una clara señal del deterioro en la relación bilateral.
El futuro del apoyo estadounidense a Ucrania queda ahora en el aire, en un momento en el que la guerra sigue en curso y el gobierno de Zelensky necesita respaldo internacional. Sin embargo, el choque con Trump y la falta de consenso con Washington podrían complicar aún más la posición de Kiev en el escenario global.
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