En el marco del tercer aniversario del conflicto entre Rusia y Ucrania, Estados Unidos ha intensificado su presión diplomática para que los países del mundo respalden su propia resolución en la Asamblea General de la ONU, en lugar de apoyar la propuesta presentada por Ucrania y varios países europeos.
La resolución estadounidense, que ha sido criticada por algunos sectores, consta de tres frases que claman por un “rápido fin del conflicto” entre Ucrania y Rusia. Según fuentes diplomáticas consultadas, un memorando interno enviado por el Departamento de Estado a todos los puestos diplomáticos de Estados Unidos instruye a los embajadores y diplomáticos a comunicarse con los gobiernos de los países anfitriones en los niveles más altos posibles para solicitar su respaldo. Además, el memorando insta a presionar a Ucrania para que retire su propia resolución, al considerarla incompatible con los intereses de Estados Unidos y sus objetivos de lograr una paz duradera.
Por otro lado, la resolución de Ucrania, que fue presentada la semana pasada, exige la retirada inmediata de las fuerzas rusas del territorio ucraniano, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Sin embargo, Estados Unidos no apoya esta demanda, sugiriendo que Ucrania probablemente tendría que ceder parte de su territorio como parte de un acuerdo de paz. La resolución ucraniana también utiliza el término “guerra”, una palabra que ha sido evitada en el lenguaje oficial estadounidense, así como en la postura de Rusia desde la invasión de 2022.
El conflicto también ha puesto en evidencia una confrontación en torno a una enmienda rusa a la resolución estadounidense. Moscú propone agregar un párrafo que subraya la importancia de abordar las "causas fundamentales" del conflicto, una propuesta que Estados Unidos se opone firmemente. De acuerdo con la nota diplomática, los diplomáticos estadounidenses tienen instrucciones de hacer todo lo posible para que los países voten en contra de esta enmienda.
La presión estadounidense también se ha hecho sentir sobre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se prevé una votación sobre las resoluciones este lunes. Para que una resolución sea adoptada, debe contar con el respaldo de al menos nueve miembros del Consejo, sin ser vetada por las potencias permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia).