Las autoridades mexicanas confirmaron la detención de Uriel Rivera, el hombre que acosó a la presidenta Claudia Sheinbaum durante un recorrido en el Centro Histórico de la Ciudad de México, un incidente que desató una ola de indignación en redes sociales y entre figuras políticas del país.
El hecho ocurrió el pasado martes, cuando la mandataria realizaba un recorrido hacia la Secretaría de Educación Pública y saludaba a transeúntes frente a Palacio Nacional. En ese momento, Rivera se acercó y, sin autorización, la abrazó e intentó besarla en el cuello. El momento fue grabado por varios asistentes y se difundió rápidamente en redes sociales, donde se convirtió en tendencia.
En las imágenes se observa a Sheinbaum intentando mantener la calma mientras su equipo de seguridad la resguarda. “Nos tomamos la foto, no te preocupes”, respondió la presidenta en tono conciliador, aunque visiblemente incómoda. Segundos después, el agresor fue apartado por elementos de seguridad, quienes evitaron que volviera a acercarse.
Horas más tarde, agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, ubicaron y detuvieron a Rivera en la zona centro. La información fue confirmada por el periodista Carlos Jiménez, quien difundió el video original del incidente.
El caso generó una fuerte reacción en distintos sectores sociales. Colectivos feministas, legisladores y usuarios de redes sociales condenaron el acoso y exigieron sanciones ejemplares. “No importa si se trata de la presidenta o de cualquier mujer, el acoso es violencia y debe castigarse”, expresaron varios grupos feministas en comunicados difundidos tras la detención.
Desde el Congreso de la Ciudad de México, la bancada de Morena manifestó su respaldo a Sheinbaum y calificó el acto como una muestra del machismo estructural que aún persiste en el país. Por su parte, Ricardo Monreal, coordinador parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, pidió reforzar la seguridad presidencial: “No se trata de exceso de confianza. Un solo individuo puede poner en riesgo a la presidenta y al país”, declaró.
De acuerdo con el Código Penal de la Ciudad de México, el acoso sexual con contacto físico no consentido puede castigarse con penas de uno a tres años de prisión y multas de hasta 200 días de salario, dependiendo de las circunstancias del caso. Si se considera abuso agravado o se demuestra intención violenta, la pena podría aumentar.
El Gobierno federal no ha emitido un comunicado oficial sobre el proceso judicial que enfrentará Rivera, aunque fuentes cercanas al caso confirmaron que permanece bajo custodia mientras se determina la calificación legal del delito.
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