El socialista demócrata Zohran Mamdani, de 34 años, hizo historia al ganar las elecciones a la alcaldía de Nueva York, convirtiéndose en el alcalde más joven en más de un siglo y en el primero abiertamente identificado con el socialismo en dirigir la ciudad desde mediados del siglo XX. Su victoria representa un hito político en Estados Unidos, al consolidar el avance de la izquierda progresista en un contexto nacional polarizado.
Mamdani, hijo de inmigrantes ugandeses y legislador estatal por Queens, se impuso sobre el exgobernador Andrew Cuomo y el republicano Curtis Sliwa, con una campaña centrada en el acceso a la vivienda, la justicia económica y la redistribución de la riqueza. Su programa propone aumentar los impuestos a las grandes fortunas, frenar los desalojos y destinar más recursos a programas sociales y al transporte público.
El nuevo alcalde, quien se define como “socialista democrático”, pertenece al ala más progresista del Partido Demócrata y cuenta con el respaldo de figuras como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, dos de los líderes más influyentes del movimiento socialista moderno en Estados Unidos. En su discurso de victoria, Mamdani aseguró que su administración será “un gobierno del pueblo y para el pueblo”, y prometió “una Nueva York donde la vivienda sea un derecho, no un privilegio”.
Su ascenso ha generado fuertes reacciones políticas. El presidente Donald Trump, que ya había advertido durante la campaña que retiraría fondos federales si Mamdani resultaba electo, calificó su triunfo como “una señal alarmante del giro socialista que amenaza la economía del país”. Sin embargo, entre los votantes jóvenes y los sectores urbanos progresistas, su victoria se interpreta como una respuesta al creciente costo de vida y a la desigualdad social que golpea a millones de neoyorquinos.
Durante su etapa como legislador estatal, Mamdani impulsó proyectos para limitar los desalojos, regular los alquileres y garantizar fondos públicos para viviendas de bajo costo. También fue un crítico de la policía de Nueva York (NYPD), pidiendo una reducción de su presupuesto para reasignarlo a programas comunitarios, una postura que le granjeó tanto apoyo como oposición.
Su posición sobre el conflicto en Oriente Medio también marcó la campaña. Mientras Andrew Cuomo lo acusó de “falta de empatía hacia Israel”, Mamdani insistió en la necesidad de una política “humanitaria y equilibrada”, en sintonía con el sector socialista del Partido Demócrata.
La victoria del socialista neoyorquino coincidió con otras contiendas locales que confirman la división política en el país. En Nueva Jersey, la demócrata Mikie Sherrill fue elegida gobernadora tras derrotar al republicano Jack Ciattarelli, con una campaña centrada en la vivienda asequible y el transporte público. En Virginia, la demócrata Abigail Spanberger ganó la gobernación tras un intenso debate sobre las políticas escolares y los derechos de las personas transgénero.