La inteligencia artificial (IA) ya no es un experimento futurista: está transformando el mundo laboral a un ritmo acelerado. Un informe reciente de Microsoft, difundido por GQ, advierte que durante la próxima década muchas profesiones tradicionales podrían ser parcial o totalmente reemplazadas por sistemas automatizados, especialmente en tareas repetitivas o basadas en la comunicación.
El estudio, basado en el uso de Copilot, la herramienta de IA integrada en las aplicaciones de la compañía, analiza cómo la automatización ya está asumiendo responsabilidades antes exclusivas de los humanos. Los investigadores desglosaron cada empleo en tareas específicas y calcularon qué porcentaje de ellas puede ser realizado por algoritmos.
El resultado es claro: cuanto más rutinarias y estructuradas son las funciones, mayor es el riesgo de sustitución. En cambio, los trabajos que dependen de la creatividad, la empatía o el juicio personal seguirán necesitando la intervención humana.
“Mientras más consista tu trabajo en tareas automatizables, mayor será la posibilidad de que la IA lo reemplace”, resume el estudio.
Microsoft identificó una lista de profesiones especialmente vulnerables a la automatización. Entre ellas figuran:
1. Intérpretes y traductores
La IA mejora de manera constante en la comprensión de matices y lenguajes, por lo que las funciones básicas de traducción y mediación idiomática ya pueden ser automatizadas parcialmente; sin embargo, la interpretación humana aún conserva su valor.
2. Historiadores
El almacenamiento y organización de grandes volúmenes de datos es un área en la que la IA destaca, permitiendo automatizar parte de la labor de los historiadores. Pese a esto, la interpretación y el análisis profundo requieren siempre criterio humano.
3. Asistentes de vuelo
Las tareas rutinarias como anuncios y ciertas comunicaciones pueden ser delegadas a la IA; aún así, existen aspectos interpersonales y de gestión de crisis que permanecen fuera del alcance tecnológico.
4. Representantes comerciales
La generación de mensajes y respuestas automáticas afecta cada vez más a estos profesionales; no obstante, la relación personal y la negociación directa siguen siendo insustituibles.
5. Autores y escritores
La IA generativa produce textos y estructuras simples con rapidez, lo que puede aumentar la productividad. A pesar de ello, la calidad del contenido final suele depender de la intervención y supervisión humana.
6. Programadores CNC
La inteligencia artificial ya es capaz de generar y leer códigos para controlar maquinaria automatizada, pero siempre bajo la supervisión esencial de un experto.
7. Representantes de servicio al cliente
La comunicación constante y repetitiva puede ser gestionada por sistemas automáticos, aunque los casos complejos y la resolución emocional permanecen en manos humanas.
8. Operadores telefónicos
La automatización avanza en este campo, delegando respuestas y filtrado de llamadas a sistemas inteligentes cada vez más desarrollados.
9. Empleados de agencias de viajes y taquilleros
Las funciones administrativas y rutinas de reserva o venta pueden ser ejecutadas por IA, que agiliza los procesos y reduce la intervención humana en tareas predefinidas.
10. Locutores y DJs de radio
La síntesis de voces y la programación musical ya pueden realizarse mediante algoritmos, sobre todo en emisoras orientadas a listas automáticas de éxitos populares.
Transformación, no reemplazo inmediato
El informe subraya que la automatización no debe verse solo como una amenaza. Cuando la IA asume cerca del 30% de las tareas de un puesto, suele mejorar la productividad sin eliminar al trabajador. Sin embargo, cuando las funciones superan ese umbral y se vuelven mecánicas, el riesgo de desaparición del empleo aumenta significativamente.
Microsoft considera este fenómeno como una “transformación progresiva del trabajo”, que exige adaptación y capacitación constante. Los profesionales deberán desarrollar nuevas competencias digitales y fortalecer habilidades exclusivamente humanas, como la creatividad, la comunicación o la empatía.
El estudio también señala que los oficios que dependen de habilidades manuales o de la interacción personal seguirán siendo más estables. Entre ellos figuran la construcción, la enfermería, la odontología y otras ramas del sector sanitario, donde la precisión y la conexión emocional con las personas no pueden ser replicadas por un algoritmo.
A diferencia de los análisis teóricos de OpenAI, que se centran en el potencial de la IA a largo plazo, el informe de Microsoft se basa en datos reales de productividad y automatización observados en entornos laborales.
Mientras OpenAI proyecta escenarios hipotéticos, Microsoft mide los efectos concretos que ya están ocurriendo en el día a día de millones de trabajadores.