Las imágenes difundidas en redes sociales sobre el Hospital General Docente “26 de Diciembre”, en Remedios, Villa Clara, han encendido la alarma entre padres y residentes de la región. Fotografías publicadas en la página de Facebook La Tijera muestran baños desbordados, mobiliario roto y una evidente falta de higiene en áreas destinadas a la atención pediátrica, justo en medio de un repunte de enfermedades como dengue, Oropouche y chikungunya.
Los testimonios de familiares describen un panorama crítico: falta de medicamentos básicos para tratar fiebre, vómitos o dolores, niños en salas con camas oxidadas y acompañantes que deben enfrentar la espera en espacios insalubres y sin condiciones mínimas de seguridad. Todo esto no solo pone en riesgo a los pequeños pacientes, sino que también incrementa la posibilidad de contagios en un contexto de epidemias transmitidas por mosquitos.
El hospital de Remedios es uno de los centros asistenciales más importantes de la zona, pues recibe pacientes de varios municipios cercanos. Sin embargo, las denuncias exponen la incapacidad del sistema de salud local para garantizar una atención adecuada en medio de la creciente demanda. Padres y acompañantes coinciden en que las condiciones actuales “no son dignas ni seguras” para niños enfermos que requieren un entorno limpio, con medicamentos y personal capacitado.
La publicación ha generado cientos de comentarios en redes sociales, donde residentes de Villa Clara y otras provincias expresan indignación, frustración y temor. Muchos aseguran que esta situación no es aislada, sino parte de un patrón que se repite en varios hospitales del país. Fotos y videos muestran pasillos deteriorados, falta de insumos y equipos obsoletos, un deterioro que golpea directamente a los pacientes más vulnerables.
Hasta el momento, las autoridades de Salud en Villa Clara no se han pronunciado sobre el caso. El silencio oficial contrasta con la gravedad de las denuncias y con el eco que estas imágenes han tenido en la opinión pública. Para los padres, el llamado es claro: se necesitan respuestas urgentes y soluciones reales para evitar que la crisis hospitalaria siga poniendo en riesgo la vida de los niños.