La policía de Miami arrestó a Angelina Chenel Esty, de 25 años, señalada como la principal sospechosa de un esquema delictivo en el que supuestamente drogaba a hombres en bares para luego despojarlos de relojes de lujo, dinero en efectivo y otras pertenencias.
El caso más reciente ocurrió el 9 de agosto, cuando un hombre denunció que, tras conocer a Esty y a otra mujer en el bar Blackbird Ordinary, en Brickell, perdió la conciencia y despertó en su apartamento sin un reloj Rolex valorado en 20.000 dólares, junto con 4.000 dólares en efectivo y otro reloj de menor valor.
Su amigo, que también había compartido la noche con ellas, aseguró haber sufrido una transferencia no autorizada de 500 dólares a través de Cash App. Ambos manifestaron tener recuerdos vagos de lo sucedido, lo que llevó a la policía a sospechar que fueron drogados.
Las cámaras de seguridad del bar confirmaron la presencia de Esty junto a una acompañante esa madrugada. Posteriormente, la víctima la identificó en una serie fotográfica presentada por los investigadores.
Este no sería el primer caso en que Esty enfrenta señalamientos similares. De acuerdo con el portal Law&Crime, los detectives la consideran una “delincuente conocida”, pues ya había sido vinculada con hechos ocurridos en marzo y abril de este año.
En esos incidentes, al menos tres hombres reportaron robos tras conocer a mujeres en bares o clubes nocturnos, compartir bebidas y luego perder el conocimiento. Al despertar, descubrieron la desaparición de relojes Rolex, joyas y grandes sumas de dinero.
En uno de los apartamentos allanados, los agentes incluso encontraron una identificación de Esty dentro de un bolso abandonado, lo que reforzó las sospechas sobre su participación.
La joven ya había enfrentado la justicia en mayo, cuando se entregó a la policía en Doral por acusaciones similares. Ahora permanece recluida en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, con una fianza de 5.000 dólares.
Deberá presentarse en el tribunal el próximo 24 de octubre, donde enfrentará cargos por robo y asociación con un esquema delictivo que, según las autoridades, habría generado pérdidas de decenas de miles de dólares a las víctimas.
Las investigaciones continúan para determinar si Esty actuaba de manera independiente o como parte de una red organizada dedicada a este tipo de robos en la vida nocturna de Miami.