La Central Termoeléctrica "Máximo Gómez" en Mariel reportó una avería en la bomba de agua de alimentación de la Unidad 6, dejando fuera de servicio una parte clave del sistema eléctrico cubano y elevando la preocupación de millones de ciudadanos.
Según la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), durante el horario pico de este lunes la afectación podría alcanzar los 1.860 MW, mientras que la demanda nacional supera los 3.500 MW, un déficit que vuelve aún más frágil la ya complicada infraestructura energética del país.
Este fallo se suma a incidentes recientes, como la salida inesperada de varias unidades de Energás Jaruco debido a un cierre de la válvula principal de gas, lo que ha empeorado la situación y dejado a muchas provincias cubanas en condiciones críticas.
Ingenieros del Despacho Nacional de Carga explican que la acumulación de averías, mantenimientos programados y falta de combustible ha convertido los apagones en un fenómeno recurrente que afecta la vida cotidiana.
Los ciudadanos, a través de redes sociales, han expresado su frustración y hartazgo. Comentarios como “ya es un martirio vivir así” o “¿hasta cuándo esta tortura?” reflejan el malestar generalizado ante los cortes prolongados de electricidad.
La población denuncia la dificultad de conservar alimentos, la imposibilidad de realizar tareas básicas y el desgaste psicológico que generan los apagones constantes. Usuarios como Carmen Viciedo exigen mayor transparencia sobre qué unidades siguen operativas, mientras que otros recuerdan que el calor sofocante en las ciudades hace aún más insoportable la situación.
Aunque algunas soluciones temporales se mantienen, como la operación de los motores de Felton o la planta fotovoltaica de Nuevitas, estas medidas son insuficientes frente a la magnitud del déficit. El gobierno asegura que la recuperación a largo plazo dependerá de la reactivación de las unidades termoeléctricas y del desarrollo de fuentes renovables, especialmente la solar, aunque los plazos siguen siendo inciertos.
Actualmente, varias unidades en Felton, Nuevitas, Renté, Santa Cruz y Cienfuegos están fuera de servicio por averías o mantenimiento, y la falta de combustible y lubricantes limita aún más la generación. Mientras tanto, millones de cubanos viven en constante incertidumbre, enfrentando apagones que se han convertido en una parte cotidiana de su día a día.