Un trágico derrumbe ocurrido en la madrugada de este domingo en el reparto Veguita de Galo, en Santiago de Cuba, cobró la vida de Luis Mario Pérez Coiterio, de 60 años, quien se encontraba descansando en su vivienda cuando la estructura colapsó debido a un deslizamiento de tierra.
El hecho fue descubierto por vecinos de la zona, quienes al percatarse de lo sucedido dieron aviso inmediato a las autoridades. Minutos más tarde, rescatistas del destacamento de Salvamento y Rescate del Comando 4 Vista Alegre llegaron al lugar para recuperar el cuerpo de la víctima, que quedó atrapado bajo los bloques y escombros del muro desplomado.
Según los reportes, la casa estaba ubicada en una ladera inestable, lo que la hacía especialmente vulnerable a fenómenos meteorológicos. Las intensas lluvias de la noche anterior saturaron el terreno, provocando el movimiento de tierra que finalmente ocasionó el colapso de la vivienda.
Familiares de Pérez Coiterio informaron que habían recomendado al hombre permanecer con ellos mientras pasaban las lluvias, ya que conocían los riesgos que representaba la residencia. Sin embargo, él decidió regresar a su hogar, donde finalmente ocurrió el fatal accidente.
La esposa de la víctima, una mujer de avanzada edad con dificultades auditivas, confirmó a las autoridades que también había insistido en que no regresara a la casa. Tras la tragedia, la mujer fue trasladada a un sitio seguro junto a otros familiares, visiblemente afectada por la pérdida.
El siniestro pone nuevamente en evidencia las condiciones de riesgo en que viven muchas familias cubanas, especialmente aquellas que residen en viviendas deterioradas o en zonas propensas a deslizamientos y derrumbes. La combinación de lluvias intensas y construcciones en mal estado ha provocado en los últimos años múltiples tragedias similares en Santiago de Cuba y otras provincias del país.
Aris Arias Batalla, jefe provincial de Operaciones y Socorro de la Filial de la Cruz Roja y vicepresidente provincial de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Cuba, lamentó profundamente lo ocurrido y envió sus condolencias a los familiares y vecinos del fallecido.
Tras el derrumbe, decenas de residentes se acercaron al lugar para brindar apoyo a la familia. Algunos colaboraron en las primeras labores de rescate hasta la llegada de los bomberos, mientras otros se encargaron de ofrecer acompañamiento a los allegados de la víctima.
El trágico hecho ha generado consternación en la comunidad, que recuerda a Luis Mario Pérez Coiterio como un hombre tranquilo y trabajador.
Las autoridades locales evalúan ahora las condiciones del área y posibles medidas de seguridad para evitar que sucesos similares vuelvan a repetirse en la zona.