La cantante cubana Camila Guevara, nieta del trovador Pablo Milanés y del revolucionario Ernesto ‘Ché’ Guevara, está decidida a forjar su propio camino artístico sin quedar a la sombra de sus ilustres apellidos. A sus 24 años, presenta su primer álbum, Dame flores, con el que busca conectar con el público desde un lugar auténtico, emocional y personal.
“Soy simplemente Camila”, afirma con firmeza, reconociendo que su herencia familiar puede ser un “peso”, pero también una fuente de aprendizaje e inspiración. El disco, que fue presentado en la Casa de América de Madrid —lugar que también acogió el velorio de su abuelo Pablo Milanés en 2022—, representa para ella un canal de sanación tras años marcados por pérdidas personales y relaciones que afectaron su bienestar emocional.
Compuesto por temas que surgieron entre los 21 y 24 años, Dame flores es una mezcla de estilos que reflejan su universo musical: trova, rock, hip hop, blues y salsa, con letras que alternan entre la melancolía y la alegría. “La música puede ser como una fotografía del alma en un momento determinado. Este disco es mi retrato de 2022”, explica.
Aunque su entorno familiar siempre estuvo impregnado de arte, Camila aclara que no se define como “cantautora” tradicional. Se considera cantante y autora, interesada también en la puesta en escena y el espectáculo: “Puedo tocar la guitarra y conectar con lo poético, pero también disfruto del show, del juego escénico y de otras formas de expresión”.
Entre sus influencias musicales cita tanto figuras del jazz como Ella Fitzgerald y Tedd Baker, como a íconos del rock argentino, incluyendo a Fito Páez y Luis Alberto Spinetta. Esa diversidad se plasma en un álbum que no sigue fórmulas predecibles, sino que explora distintos ritmos y emociones con libertad.
Camila vive actualmente en La Habana, aunque no descarta mudarse a México o Madrid en un futuro cercano. Asegura que su música empieza a ser comprendida por el público cubano, aunque percibe cierto nivel de juicio. También lamenta que muchos jóvenes en la isla se alejen de las raíces musicales tradicionales, atrapados por el auge de géneros como el “reparto”, una vertiente del reguetón local.
“No me opongo a ningún género, pero es importante rescatar y valorar nuestras tradiciones musicales. Ahí está gran parte de nuestra riqueza cultural”, señala.
Actualmente se encuentra de gira en España y espera llevar pronto su música a otros países de Europa y América Latina. Lejos de sentirse intimidada por los retos, dice estar feliz con las oportunidades que se le presentan: “Uno aprende en el camino. Cada reto me hace más fuerte”.
Si su abuelo Pablo Milanés pudiera verla ahora, cree que le diría simplemente: “Disfruta”.
“Él era un gozador, con mucho sentido del humor. Seguro se reiría de mis nervios y me diría que me tomara un ron o un whisky”, concluye entre risas.
Fuente: EFE
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