La comunidad cubana en el exilio conmemoró este jueves el cuarto aniversario del 11 de julio de 2021 (11J) con una vigilia frente a la Embajada de Cuba en Estados Unidos, ubicada en Washington D.C.
La concentración, que comenzó al caer la tarde, reunió a decenas de exiliados que rindieron homenaje a los manifestantes del 11J y exigieron la liberación inmediata de los cientos de presos políticos que aún permanecen en las cárceles cubanas.
Organizada por activistas del exilio y familiares de los detenidos, la vigilia incluyó momentos de oración, lectura de nombres de los encarcelados, y mensajes de solidaridad con los cubanos dentro de la isla. En el lugar ondearon banderas cubanas, se mostraron carteles con rostros de presos políticos, y se escucharon consignas como “¡Libertad para los presos del 11J!” y “¡Cuba no olvida!”.
Yosmany Mayeta Labrada, periodista independiente y activista cubano exiliado en Estados Unidos, fue uno de los portavoces del evento. “Mientras haya un cubano de pie, no habrá olvido.
El 11 de julio vive en nuestra memoria, pero sobre todo en nuestra lucha”, expresó en su intervención.
Mayeta también compartió imágenes y testimonios de la jornada a través de sus redes sociales, donde destacó la fuerza del exilio en mantener vivo el reclamo por justicia.
La vigilia fue también un acto de denuncia internacional contra la represión que siguió a las protestas masivas del 11 de julio de 2021 en Cuba, las más grandes en décadas. Según organizaciones de derechos humanos, más de 1.000 personas fueron detenidas tras aquellas manifestaciones, muchas de ellas sometidas a juicios sumarios y condenas de hasta 30 años de prisión.
Este acto en Washington D.C. se suma a otras iniciativas similares desarrolladas este 11 de julio en ciudades como Miami, Nueva York, Madrid, Ciudad de México, Montevideo, Barcelona y Berlín. El objetivo común de estos encuentros ha sido visibilizar la situación de los presos políticos y exigir una respuesta internacional más firme ante las violaciones de derechos humanos en Cuba.
A cuatro años del estallido social que marcó un antes y un después en la historia reciente del país, los exiliados cubanos reafirmaron su compromiso con una Cuba libre y democrática.