La exministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, ha sido borrada del mapa digital. Todo el contenido que había publicado en su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter) desde que asumió el cargo desapareció sin dejar rastro.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social guarda un silencio absoluto ante la controversia, limitándose a difundir mensajes técnicos como si nada hubiera ocurrido. Este intento por borrar el pasado digital de Feitó no solo evidencia el nerviosismo oficial, sino también un esfuerzo por desmarcarse de unas declaraciones que desataron una tormenta política sin precedentes.
"Sus palabras en la Asamblea Nacional, donde aseguró que en Cuba no existen mendigos y que quienes piden limosna o hurgan en la basura lo hacen por ´elección´, encendieron la indignación dentro y fuera del país. Feitó no solo minimizó la pobreza: ¡la criminalizó!. Para ella, los indigentes son “disfrazados de mendigos” e “ilegales del trabajo por cuenta propia”."
Tras el escándalo, presentó una renuncia que fue rápidamente aceptada. El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, intentó matizar la crisis señalando que Feitó “reconoció su error”, pero remarcó que sus opiniones “no se avienen con la política del gobierno”.
Aun así, los cubanos vieron en sus palabras una radiografía del pensamiento institucional. Miguel Díaz-Canel, sin mencionar a la exministra por su nombre, habló contra la “soberbia”, pero sus declaraciones no lograron apaciguar el malestar popular.
"Mientras el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social continúa como si nada, la imagen del régimen cubano como defensor de la justicia social se desmorona. El escándalo no fue solo local: medios internacionales como CNN, BBC, El País, Al Jazeera y France 24 cubrieron el caso, exponiendo el cinismo de una dirigencia desconectada del sufrimiento real del pueblo."
En medio de la polémica, otro golpe: el hijo de la exministra, Alejandro Fernández Feitó, desde Miami, declaró que su visión política es opuesta a la de su madre y al régimen. Su ruptura pública añadió más leña al fuego en un momento de crisis económica sin precedentes.
Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, el 89 % de los hogares vive en pobreza extrema. La propia Feitó había admitido en febrero que más de 1,200 comunidades padecen condiciones de miseria.
La reacción oficial: borrar su presencia en redes y seguir adelante como si nada. Pero la indignación no se borra. La exclusión digital de Feitó es una metáfora del modo en que el gobierno cubano gestiona las crisis: eliminando rostros, pero no causas. El problema no es la exministra. El problema es la miseria que quiso negar
Claudia Artiles responde con fuerza a críticas por la salud de su hijo: “Sáquenme el pie”
Hace 1 día
Industria cervecera cubana supera metas mientras sectores alimentarios clave se desploman
Hace 1 día