Miami-Dade ha experimentado una significativa pérdida de población, registrando la mayor migración interna negativa en Florida en el último año. Según datos de la Oficina del Censo de EE.UU., entre julio de 2023 y julio de 2024, un total de 67,418 personas se mudaron fuera del condado, reflejando una preocupante tendencia impulsada por el alto costo de vida y la crisis de asequibilidad.
El medio Miami New Times señala que los principales factores detrás de este éxodo son los crecientes precios de la vivienda y el aumento del costo de vida en general. Aunque Miami ha sido históricamente un destino atractivo, la disparidad entre los ingresos y los costos de bienes y servicios ha obligado a muchos a buscar alternativas más accesibles, ya sea en otras partes de Florida o en otros estados.
La crisis inmobiliaria en la región es uno de los detonantes clave de esta migración. Los precios de alquiler y compra han alcanzado niveles inalcanzables para muchas familias, sumado a los crecientes costos de servicios básicos, transporte y alimentación. Esta situación no solo ha afectado a Miami-Dade, sino también a otros condados vecinos que habían sido considerados opciones más asequibles.
Además de Miami-Dade, otros condados del sur de Florida han registrado una reducción en su población:
Broward perdió más de 26,000 residentes.
Palm Beach vio la salida de 7,500 personas.
Estos condados habían sido una alternativa para quienes escapaban del alto costo de Miami, pero ahora parecen enfrentar la misma crisis de asequibilidad.
Durante la pandemia de COVID-19, Florida vivió un auge migratorio debido a sus políticas menos restrictivas y sus incentivos fiscales. Sin embargo, el atractivo que alguna vez tuvo el estado parece estar desvaneciéndose a medida que los problemas económicos aumentan.
A pesar del éxodo interno, Miami-Dade continúa recibiendo una afluencia significativa de inmigrantes internacionales. En 2024, aproximadamente 124,000 personas llegaron al condado desde otros países, compensando en parte la migración negativa y permitiendo un crecimiento neto de 56,417 personas.
No obstante, esta tendencia podría verse afectada si las políticas migratorias cambian, especialmente con medidas que podrían restringir el Estatus de Protección Temporal (TPS) y otras protecciones para comunidades inmigrantes en el sur de Florida. Municipios como Doral, con una gran comunidad venezolana, podrían ser especialmente vulnerables ante posibles cambios en la administración federal.
Si bien la migración interna negativa ha golpeado al sur de Florida, otros condados del estado han experimentado un crecimiento poblacional. El condado de Pasco, en la costa oeste de Florida, ha sido el que más ha crecido, recibiendo más de 20,000 nuevos residentes en 2024.
Con un mercado inmobiliario cada vez más inaccesible y un costo de vida en aumento, el panorama de Miami-Dade y otros condados del sur de Florida sigue evolucionando. La pregunta que queda es si las autoridades locales podrán implementar soluciones para frenar esta tendencia o si la fuga de residentes continuará marcando el futuro de la región.
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