Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, reiteró hoy su política de 'no injerencia' en la crisis venezolana, sin embargo ofreció su país como sede para un posible diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición con el objetivo de alcanzar una 'salida pacífica'.
"Voy a decir algo importante: convoco respetuosamente a las partes en conflicto a que se sienten a dialogar y a buscar una salida pacífica, eso sí lo puedo hacer porque la Constitución [mexicana] habla de la solución pacífica de controversias, no a la polarización, no a la confrontación, no a la manipulación, mucho menos a la violencia", expresó el gobernante en el Palacio Nacional, sede del Gobierno.
López Obrador añadió que México mantiene su postura:"solución pacífica a los conflictos, mediante el diálogo, para atender el asunto de la ayuda humanitaria que se acuda a la ONU [Organización de las Naciones Unidas] y a la Cruz Roja y que no se politice este tema, lo digo con todo respeto".
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