El gobierno de Donald Trump ha confirmado que los primeros vuelos con inmigrantes indocumentados han sido trasladados a la base naval de Guantánamo, en Cuba. La Casa Blanca defiende esta medida como parte de una política migratoria más estricta, destinada a ubicar en la base a extranjeros con antecedentes criminales antes de su eventual deportación.
"El presidente no está jugando y ya no permitirá que Estados Unidos sea un refugio para criminales ilegales de otras naciones", declaró Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, en una entrevista con Fox News. Poco después, sus declaraciones fueron difundidas por la plataforma Rapid Response 47 en la red social X.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, calificó Guantánamo como "el lugar perfecto" para albergar temporalmente a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, y confirmó que se han desplegado tropas adicionales para adecuar las instalaciones.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que “se seguirá el debido proceso” en la selección de quienes serán trasladados a la base. "Contar con instalaciones en Guantánamo nos da una ventaja operativa", explicó en una entrevista con NBC News, agradeciendo la colaboración del Departamento de Defensa en la ejecución del plan.
Trump firmó un memorando la semana pasada que autoriza el uso de la prisión militar de Guantánamo para la detención de hasta 30,000 inmigrantes con antecedentes criminales, una medida que ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La base naval, conocida por albergar a sospechosos de terrorismo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, ha sido objeto de críticas por las condiciones en las que se mantiene a los detenidos y la falta de garantías procesales. En 2020, una corte federal de apelaciones ratificó que los prisioneros en Guantánamo no tienen derecho al debido proceso en EE.UU.
Noem enfatizó que el objetivo es concentrar en Guantánamo a "los peores de los peores", refiriéndose a individuos con condenas por delitos graves como asesinato, violación, asalto y tráfico de drogas. Sin embargo, evitó responder directamente a preguntas sobre la posibilidad de que mujeres y niños en proceso de deportación sean enviados también a la base. "Usaremos las instalaciones que tenemos de manera apropiada", respondió evasivamente.
El gobierno de Trump ha indicado que su siguiente prioridad será trasladar a migrantes que, aunque no tengan antecedentes graves, hayan infringido la ley de alguna manera. "Utilizaremos los centros de detención que hemos establecido para llevar a cabo esto de manera ordenada", concluyó Noem.
El plan ha generado un intenso debate en el Congreso y entre grupos de derechos humanos, que advierten sobre posibles violaciones a los derechos de los migrantes. Mientras tanto, la Administración asegura que la medida es necesaria para reforzar la seguridad nacional y disuadir la inmigración ilegal.