Una de las cuestiones que más afectan al deporte cubano es la utilización en puestos claves de personas ajenas a la actividad física . Es por eso que desde el sitio Las Morenas del Caribe y los Leones del Voly cubano, su administrador Ernesto Mariño hace notar lo importante que resultaría la elección de la doble campoena olímpica y titular mundial Yumilka Ruíz, una de las figuras más emblemáticas del voleibol cubano, como presidenta de la Federación Cubana del deporte de la malla alta.
"Ruiz no solo brilló en la cancha, sino que ha demostrado un compromiso firme con el desarrollo del deporte cubano tras su retiro. Con una sólida formación académica, presencia constante en instituciones deportivas del país y un vínculo directo con los atletas, Yumilka es ampliamente respetada y querida por el pueblo cubano.
"Hoy, su nombre suena con fuerza como candidata a la presidencia de la Federación Cubana de Voleibol. Muchos consideran que es la mejor opción para liderar una transformación real y necesaria. Su candidatura representa una esperanza para frenar la corrupción, el estancamiento y los abusos que han empañado la historia reciente del voleibol en Cuba"
Según Ernesto Mariño, defensor del legado del voleibol cubano, han sido muchas las voces —públicas y anónimas— que claman por un cambio profundo en la gestión de este deporte. Denuncias sobre el maltrato a los atletas, condiciones inadecuadas de entrenamiento, alimentación deficiente, retrasos salariales y un deterioro general de las instalaciones son solo algunas de las problemáticas señaladas.
El rechazo a figuras sin trayectoria, que solo buscan lucrarse a costa del sacrificio de los atletas, es un grito generalizado. El llamado es claro: ¡se necesita una dirigencia honesta, preparada, con experiencia real en el voleibol y comprometida con su historia y futuro!
Desde que Tania Ortiz, otra monarca olímpica, asumió la presidencia de la Escuela Nacional de Voleibol y Yumilka Ruiz fue nombrada comisionada, se han comenzado a notar mejoras. Ambas, exjugadoras con una profunda pasión por el deporte, han demostrado que se puede gestionar con transparencia y dedicación. Su amor por el voleibol, su entrega y conocimiento han generado esperanza entre los atletas y entrenadores.
Este renacer no ha pasado inadvertido. La comunidad deportiva reconoce en ellas dos lideresas comprometidas con devolverle al voleibol cubano el prestigio que merece. Su trabajo es transparente, digno y enfocado en rescatar lo mejor de nuestro deporte colectivo más premiado.
El grupo de apoyo a Yumilka Ruiz seguirá firme. No se trata de política ni favoritismos, sino de defender el deporte con honestidad, preparación y amor por la camiseta. El voleibol cubano merece líderes que vivan su historia, no que se aprovechen de ella.
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