El expresidente de Bolivia, Evo Morales, aseveró este jueves, desde La Paz, que la política de EEUU estaba en decadencia en cuanto a su “dominio” sobre América Latina.
Morales participó en la presentación de un libro sobre la represión histórica contra las rebeliones indígenas, en la capital boliviana. La obra titulada “¡A sangre y fuego! El escarmiento contra las Rebeliones Indígenas de Túpac Katari a Evo Morales”, escrita por Juan Ramón Quintana y Loreta Tellería, fue descrita por el historiador Pablo Quçisbert.
“Yo siento que este aporte de Juan Ramón Quintana y de Loreta Tellería es una forma de refrescar la memoria, porque si no repasamos nuestra historia, si no sabemos qué pasó en tiempos de la colonia y la República, seguiremos sometidos al imperio y al capitalismo”, dijo el exmandatario, según el medio oficialista cubano Prensa Latina.
“A Cuba la expulsaron de la OEA en la década de 1960 porque era socialista, y hoy es un honor retirarse de esa organización”, afirmó. También destacó el aumento de presidentes de tendencia socialista en Latinoamérica, incluidos exguerrilleros como José Mujica, Dilma Roussef y ahora Gustavo Petro en Colombia.
Para Morales, es un fracaso de Washington en su voluntad de acusar de guerrilleros y terroristas a los líderes sindicales y sociales que “luchan por las mejores políticas sociales”. “Por eso digo, que el imperio está en decadencia, que ya no domina como antes a América Latina”, enfatizó.
“Desde el punto de vista económico -subrayó-, que Estados cede su hegemonía, en los años 1930 y 1940 tenía el 40 por ciento del peso en el mundo, y hoy representa alrededor de un 20 por ciento”, sostuvo.
De igual modo, recordó que, en la más reciente Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, varios presidentes de la región no asistieron, mientras que otros criticaron públicamente que no se invitara a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, al tiempo que deploraron el golpe de estado de 2019 contra Bolivia.
El exmandatario boliviano ha sido uno de los más fieles defensores en América Latina del régimen comunista de La Habana, con el cual su gobierno estrechó fuertes vínculos. En julio, aseguró que había atestiguado en Cuba “la mejor democracia” y cuestionó el calificativo de dictadura empleado profusamente para referirse al sistema político implantado por el castrismo.
“Yo vi en Cuba la mejor democracia, ¿qué dictadura? Vi allá cómo desde los barrios van debatiendo quién va a ser su 'asambleísta'. Ser 'asambleísta' no es negocio. Ser 'asambleísta' es un servicio”, dijo en un programa de la televisión pública argentina.
También comentó que en América Latina “la gran ventaja que tenemos es que hay presidentes humanistas, socialistas, izquierdistas y antiimperialistas como Cuba, Venezuela y Nicaragua, expulsados de la OEA (Organización de Estados Americanos)”.
“Yo digo a las nuevas generaciones si quieren hacer política, hagan política, pero para liberar a esa gente humilde. Pero si están pensando hacer política y haciendo política agrandar su empresa privada, tener más plata o robar al pueblo, mejor no hagan política. Eso no es política. Eso es politiquería”, agregó.