El sacerdote cubano Alberto Reyes Pías, conocido por sus reflexiones críticas sobre la realidad nacional, publicó este 26 de julio una nueva entrega de su serie He estado pensando, titulada “He estado pensando en el cinismo”, en la que cuestiona abiertamente el significado histórico y político que el régimen cubano ha atribuido durante décadas a la fecha del asalto al Cuartel Moncada.
Según el sacerdote, el 26 de julio ha pasado de ser la celebración de un triunfo revolucionario a convertirse en la expresión de un profundo cinismo.
Define este concepto como la actitud de mentir o actuar de forma indebida mientras se finge ignorancia o desconocimiento, y señala que la narrativa oficial del 26 de julio ha estado marcada por esa actitud desde sus orígenes.
Reyes afirma que el ataque al Cuartel Moncada fue, desde su concepción, una acción suicida, planificada no con un objetivo militar realista, sino como una estrategia para proyectar a Fidel Castro como figura política frente a un pueblo desesperado por el cambio. Según su análisis, el líder del asalto habría utilizado a jóvenes idealistas para escenificar un acto que, aunque condenado al fracaso, serviría para consolidar su imagen y trayectoria.
Entre las preguntas que plantea en su reflexión se encuentran dudas sobre la supuesta pérdida de rumbo de Fidel Castro en una ciudad cuya geografía no presenta mayor complejidad, así como la ausencia de un plan alternativo para el caso de que la operación fallara.
Para el sacerdote, estos elementos refuerzan la tesis de que los jóvenes fueron lanzados a la muerte para cumplir un propósito personal del líder revolucionario.
“Esto es cinismo”, escribe Reyes, “aprovecharse del alma idealista de los jóvenes, planear con ellos un imposible, lanzarlos a una muerte heroica que pudiera a la misma vez encumbrar al líder y hacerlo sobrevivir, y luego, mentir descaradamente”.
A su juicio, ese cinismo se ha mantenido durante décadas.
Cada año, sostiene, el Estado cubano ha ensalzado el 26 de julio como una fecha heroica, mientras el país ha vivido un proceso continuo de deterioro económico, represión, falta de libertades y emigración masiva.
Reyes concluye su texto señalando que, a diferencia de los jóvenes que murieron creyendo en un ideal, la población cubana actual ya no es ingenua, aunque viva con miedo y le cueste organizarse.
“Se nos han abierto los ojos, y ya no somos ingenuos, aunque nos sigan tratando como si lo fuésemos”, afirma.
La publicación forma parte de una serie regular de reflexiones titulada He estado pensando, que el sacerdote comparte desde su misión pastoral en Esmeralda, Camagüey, y que han generado amplio interés entre sectores de la sociedad civil cubana.
Creciente pobreza y exclusión en La Habana reflejan el deterioro del modelo social cubano
Hace 1 día
Yordenis Ugás celebra el cumpleaños de su novia Olivia RS con romántico mensaje en redes
Hace 2 días