Un trágico hallazgo en el centro de Miami ha dejado a dos familias devastadas. El pasado sábado 19 de julio, la policía encontró los cuerpos sin vida de Chastidy Charlotte Rodríguez, una joven bailarina profesional, de 35 años y madre dominicana, con domicilio en Nueva York, y Darius Coon, un joven de 31 años recién llegado desde Detroit, dentro de un vehículo con múltiples impactos de bala. Ambos fueron ejecutados y, hasta el momento, no hay sospechosos identificados.
Charlotte había viajado a Miami por motivos laborales y se alojaba en casa de una amiga. La última vez que se supo de ella fue el miércoles 16 de julio, cuando salió a una cita con Darius, a quien apenas conocía desde hacía dos días. Esa fue también la última vez que su familia y allegados pudieron comunicarse con ella.
“Salió con un desconocido, eso es lo más triste… Y nunca volvió”, contó su amiga, quien denunció la desaparición a la policía y movilizó a la comunidad para buscarla.
Al mismo tiempo, en Detroit, la madre de Darius también reportaba a su hijo como desaparecido. Él había viajado a Miami con planes de empezar una nueva vida y abrir su propio gimnasio. Ambas familias, sin conocerse, compartían la misma angustia.
El vehículo fue hallado en el décimo piso de un estacionamiento en la intersección de la calle 4 y la Segunda Avenida del noreste de Miami. Dentro estaban los cuerpos de ambos, sin signos de lucha y con todas sus pertenencias intactas, lo que llevó a descartar el robo como móvil.
“Esto no fue un intento de atraco. Tenían joyas, dinero, documentos. Todo estaba allí”, señaló Randy Parra, hermano de Charlotte, quien viajó desde Nueva York tan pronto supo de su desaparición.
La policía confirmó que no se trató de un asesinato-suicidio, sino de una ejecución. “Ambos fueron asesinados. Estamos trabajando para esclarecer lo ocurrido”, declaró el portavoz policial Mike Vega. Las autoridades revisan cámaras de seguridad y entrevistan testigos.
Charlotte deja un hijo de 10 años; Darius, dos pequeños. Ambos estaban en plena etapa de reconstrucción personal y profesional, con sueños truncados de forma violenta.
“Mi hermana era una excelente madre, una mujer alegre, entregada. Esto nos destrozó”, dijo su hermano.
Las familias exigen justicia y piden a la comunidad colaboración para dar con los responsables. La policía solicita a cualquier persona con información sobre el caso comunicarse con Crimestoppers de Miami-Dade al 305-471-TIPS. Las denuncias pueden hacerse de forma anónima.
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