Uno de los intelectuales que más utiliza sus ideas en pos de la razón y la libertad en Cuba es
Rodolfo Alpízar Castillo, escritor, traductor y lingüista. Su posición la demuestra día a día y hoy nos expone su pensar sobre la muerte de Zoila Chávez, sin que se le permitiera ver a su hijo.
"A pesar de súplicas públicas y clamor en redes sociales, Zoila Chávez, madre del preso político José Gabriel Barrenechea, murió sin poder despedirse de su hijo. Enferma de cáncer en fase terminal, rogó con la voz quebrada ver al muchacho que el Estado retiene bajo investigación desde hace meses. No pedía impunidad, ni privilegios. Solo un último beso.
"Murió rogando, llorando, pidiendo a un Estado que se define como humanista, un acto de piedad elemental.
"Pero ni su dolor, ni su condición, ni la cercanía de la muerte fueron razones suficientes. Las autoridades cubanas desoyeron la Constitución, que presume de garantizar la dignidad humana, y violaron normas jurídicas que se ufanan de proteger a las personas frente a la tortura y tratos degradantes.
"Los artículos 41, 42, 51 y 60 de la Carta Magna garantizan igualdad, protección contra maltratos y respeto a los derechos de los presos. El Código Penal sanciona con hasta quince años de cárcel a los funcionarios que incurran en tratos crueles o inhumanos. Nada de eso valió para Zoila. ¿Su crimen? ¡ser madre de un opositor!
"No se trató de un error aislado. Fue una decisión de escarmiento, deliberada, extendida en el tiempo, aprobada por acción o por omisión de múltiples niveles de poder"
El silencio oficial, desde la prensa hasta la Asamblea Nacional, confirma que el crimen fue orquestado o tolerado con conocimiento. Y si alguien en el poder no lo supo, es igualmente responsable por mirar hacia otro lado.
Este hecho pone en evidencia lo que muchos temen decir: que el llamado “Estado socialista de derecho” no existe en la práctica. Las garantías legales están solo sobre el papel, diseñadas para ofrecer una fachada ante la comunidad internacional.
El artículo 56, que reconoce el derecho a manifestarse pacíficamente, sigue sin estar implementado, y muchas personas continúan en prisión sin juicio por ejercerlo de facto.
La historia de Zoila Chávez refleja algo más profundo: la consumación del Estado anómico en Cuba. La anomia, ese desorden legal donde los ciudadanos quedan indefensos ante los abusos del poder, ya no es una amenaza latente, sino una realidad tangible.
"Se ha roto el contrato social, se han pisoteado los últimos restos de decencia entre el ciudadano y el Estado
"La prensa calla, los intelectuales callan, los burócratas callan. Pero las redes han permitido que este acto atroz no se borre sin testigos. Y si todavía hay en nosotros algo de humanidad, no debemos callar. Porque lo que han hecho con esta madre no solo es un crimen contra ella y su hijo, sino contra toda una nación. Y si lo olvidamos, seremos cómplices.
"Como dijo Martí: ´Ver un crimen en calma es cometerlo´.
Comentario publicado en Cuba X Cuba Laboratorio de Pensamiento Cívico.
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