El presentador cubano Carlos Otero no se quedó callado ante la polémica que ha sacudido a América Tevé tras la acalorada discusión entre el periodista Juan Manuel Cao y el presidente de operaciones del canal, Carlos Vasallo.
En su programa de YouTube La Hora de Carlos, Otero ofreció una reflexión directa sobre el episodio que se volvió viral en redes sociales luego de transmitirse en vivo por una emisora radial de Miami.
Otero dejó claro que entiende que los conflictos laborales pueden llegar a tensarse, especialmente cuando hay en juego puestos de trabajo, sueldos e intereses empresariales. No obstante, desde su experiencia como figura pública y comunicador, considera que este tipo de disputas deben manejarse de forma más estratégica. A su juicio, hacerlo al aire, ante una audiencia, no ayuda a resolver nada y puede, en cambio, empeorar la situación para todas las partes implicadas.
“Si ya llego a ese punto de que yo enfrento al dueño de una compañía, yo ahí mismo digo: ¿saben qué? Me voy, que se queden con su radio, con todo, y yo me voy hasta luego”, expresó con contundencia, dejando en claro cuál habría sido su reacción si se encontrara en el lugar de Cao. Según Otero, confrontar públicamente a un superior jerárquico, como en este caso a Vasallo, no solo representa un quiebre profesional, sino también una línea difícil de revertir.
El detonante de la confrontación ocurrió el lunes anterior, cuando Cao decidió alzar su voz contra lo que describió como una falta de respeto por parte de Vasallo. Durante la discusión, el periodista cubano insistió en que había intentado mantener una relación cordial, pero se sintió menospreciado.
“A mí hay que respetarme como hombre, como cubano, como persona”, declaró en tono firme, subrayando que su dignidad estaba por encima de cualquier contrato o vínculo con la cadena.
Vasallo respondió con una actitud más defensiva, minimizando las acusaciones y asegurando que el canal no estaba en riesgo. “La empresa no se va a destruir. No, esa es una teoría tuya, no mía”, replicó, dejando ver que, desde su perspectiva, las tensiones eran el reflejo de fricciones internas, pero no de un colapso inminente.
En medio de esta controversia, Otero también abordó los rumores de una posible compra de América Tevé por parte de inversionistas mexicanos, lo que podría transformar radicalmente la programación y la estructura del canal. No obstante, pidió cautela a la audiencia: “Todavía no hay nada firmado. No podemos especular sobre el futuro sin tener claridad”.
“Este tipo de enfrentamientos no solo fracturan relaciones personales, también pueden afectar la imagen y estabilidad de una empresa entera”, concluyó Otero, instando a buscar siempre salidas profesionales y respetuosas, incluso en medio de la tensión. Aunque tanto Cao como Vasallo insistieron en que no hay enemistad personal, el daño parece estar hecho y el desenlace, aún incierto.
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