Durante una visita oficial en Moscú, los presidentes de Rusia y China, Vladímir Putin y Xi Jinping, consolidaron este jueves su alianza estratégica con una declaración conjunta que lanza una crítica directa al rol de Estados Unidos y sus aliados en la política global. A través de una serie de acuerdos y posicionamientos, los mandatarios denunciaron lo que calificaron como intentos de “contención” contra sus países, además de advertir sobre las consecuencias de las políticas de expansión militar y comerciales de Washington.
La reunión, que coincidió con el 80 aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, dejó claro que el vínculo Moscú-Pekín se mantiene sólido, a pesar de recientes gestos de acercamiento entre EE.UU. y Rusia. Ambos líderes calificaron su alianza como un “factor estabilizador” en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.
Uno de los ejes centrales del encuentro fue el rechazo a la expansión de la OTAN en Europa y en la región Asia-Pacífico. En la declaración conjunta, calificaron estas acciones como “perjudiciales para la estabilidad y la prosperidad regional”. Además, alertaron sobre los riesgos de una nueva carrera armamentista promovida por iniciativas como la alianza AUKUS entre EE.UU., Reino Unido y Australia.
Putin y Xi también criticaron duramente la política comercial estadounidense, haciendo referencia a los altos aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump. Calificaron estas medidas como “injustas y proteccionistas”, y advirtieron que afectan el equilibrio económico global, así como la seguridad energética y alimentaria. La defensa de un comercio internacional justo fue uno de los puntos clave del documento, en el que también rechazaron las sanciones unilaterales y la congelación de activos como herramientas de presión geopolítica.
En el plano económico, ambos países firmaron un acuerdo para fomentar y proteger las inversiones bilaterales, con una previsión de hasta 200.000 millones de dólares, lo que consolidaría una inversión conjunta cercana al billón de dólares, según cifras del Kremlin. Putin subrayó la creciente participación de empresas chinas en sectores clave como la automoción, los microprocesadores y el suministro energético.
Respecto a temas de seguridad internacional, la declaración abordó la necesidad de encontrar soluciones diplomáticas para conflictos como el de Irán, destacando el derecho al uso pacífico de la energía nuclear. En el caso de Ucrania, se reiteró el concepto de “seguridad indivisible”, con el que Rusia justifica su intervención militar y se reconoció la postura “equilibrada” de China en el conflicto, a pesar de recientes acusaciones de Kiev sobre apoyo logístico al ejército ruso.
Finalmente, el comunicado reflejó el interés de Rusia y China por fortalecer lazos con América Latina, valorando el rol de países como Brasil, Venezuela y Cuba en favor de una cooperación internacional más equitativa.
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