Amelia Calzadilla Hernández, la joven cubana que este jueves emplazó en redes sociales a las autoridades por no resolver el suministro de gas a su comunidad, conversó con el medio indepenciente Cubanet sobre lo sucedido.
“Las mujeres que están en una situación tan extrema como yo o como otras tanta no tienen miedo”, aseguró.
Cuando le preguntaron sobre las consecuencias de su denuncia la joven fue tajante.
“¿Qué es lo peor que podría pasarme? ¿Que me lleven presa? Es lo peor, realmente, pero una tiene que vivir con las consecuencias de las decisiones que toma. ¿Qué iba a hacer? ¿Morderme la lengua? ¿Sufrir pa’dentro? ¿Enfermarme de los nervios?”, cuestionó.
“En este tiempo he entendido tantas cosas y tantas verdades que me han quitado hasta el miedo. Además, tengo por concepto que todos los seres humanos somos iguales. El ministro de Energía y Minas es sencillamente un trabajador. No es superior, no es un genio, no es un dios; a él nadie lo bajó de un altar. Él es un trabajador cumpliendo como un trabajo y si tu trabajo no es bueno, lo pierdes”, agregó.
Para Amelia la “constante demostración de que todo está bien” de los dirigentes hace que ella se sienta “anulada como ser humano”.
En su video en directo Calzadilla emplazó en primera instancia al ministro de Energía y Minas, Nicolás Liván Arronte Cruz, y luego criticó la gestión en las altas instancias, comenzando por el mandatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
“¿Por qué involucro a Díaz-Canel?, porque es su pincha responder por los ministros, por los gobiernos, por los intendentes, por todos los que tienen recursos en sus manos que se suponen que sean del pueblo”, dijo.
“Si tú no haces tu trabajo te tienen que botar”, agregó.
La joven, madre de tres hijos menores, no tiene gas para cocinar y la factura de electricidad es impagable.
Según contó al citado medio, por vivir en una área de gas manufacturado su edificio debió haber recibido el servicio desde 2008, cuando fue construido. “Como estos edificios pertenecen al Ministerio de la Construcción se debió haber hecho un contrato legal antes de dar el habitable de los apartamentos con la Empresa de Gas Manufacturado”, explicó.
“Cuando nosotros llegamos en el 2015 porque a mi papá le asignaron el apartamento, ya el problema estaba andando. Hasta entonces los vecinos se habían conformado con cocinar con sus propios medios, sobre todo con corriente. Aunque por años hemos estado pidiendo que se nos ponga el gas, que nos pongan en un plan, desde el año 2010 hay una disposición por parte de la Empresa de Gas Manufacturado de no ampliar la red por escasez de recursos. A un total de más de 11 000 familias en la provincia de La Habana no se les puede brindar el servicio”, señaló.
Obligados a cocinar con electricidad los vecinos están desesperados "pagando cuentas innombrables y, por otra parte, ahora tenemos apagones... Ahora te quitan la corriente y te dejan sin cocinar”, lamentó.
“No puedes. No existe el discurso capaz de cambiar la mente de las personas que viven en estos 58 núcleos familiares y de los otros 11 000 que tampoco están recibiendo el servicio de gas”, concluyó.