Frank Abel, locutor y creador cubano, se sinceró públicamente sobre su reciente ingreso hospitalario para aclarar los rumores que circulaban sobre una supuesta sobredosis. Durante una transmisión en vivo en el programa de YouTube Destino Tolk, Frank desmintió categóricamente esas versiones y explicó que la verdadera causa de su hospitalización fueron complicaciones derivadas de la diabetes.
“No es un secreto para nadie que en las últimas semanas yo he estado bajo mucha presión”, dijo visiblemente afectado, agregando que sus niveles de glucosa en sangre alcanzaron un peligroso rango de 400, situación que lo llevó a terapia intensiva.
El comunicador relató que ha vivido con niveles de azúcar por encima de 300 en varias ocasiones, cuando una persona sana debe mantener esos niveles cerca de 90. “Yo soy una persona que come mucho dulce, porque soy fanático”, confesó Frank Abel, aunque reconoció que sus excesos alimenticios, sumados al estrés emocional, detonaron esta crisis.
Comentó que, en medio de la ansiedad, se levantaba en la madrugada para comer grandes cantidades de galletas, lo que agravó su condición. Además, Frank destacó que sus problemas emocionales, como conflictos legales, dificultades familiares y la nostalgia por el Día de los Padres, influyeron significativamente en su salud.
“Ese fin de semana fue realmente muy difícil. Era el cumpleaños de mi papá y no había podido quedar en orden familiar de la mejor manera”, explicó.
También reconoció que la exposición pública y las críticas en redes sociales han sido difíciles para él. “Yo no soy una persona como Fernando o Destino, que ya están muy acostumbrados a este cotilleo. A mí hay cosas que me afectan todavía psicológicamente y no lo voy a negar”, afirmó.
Sin embargo, agradeció profundamente el apoyo recibido de personas, incluso desconocidas, que le enviaron mensajes de aliento durante su proceso. “Eso es lo más lindo que puede experimentar una gente que trabaje en los medios”, expresó con gratitud. Frank Abel admitió que es una persona nerviosa, y que los problemas legales en Estados Unidos y las personas cercanas a él han sido una carga emocional muy pesada.
Apenas semanas antes de su hospitalización, Frank Abel recibió una notificación de inmigración en Estados Unidos que le ordena abandonar el país en 30 días. El comunicador llegó a Estados Unidos en 2022 bajo el formulario I-220A y solicitó asilo político sin representación legal debido a la falta de recursos.
“No tenía dinero para un abogado, tuve que hacerlo solo”, explicó. La situación migratoria agrega una enorme presión a su vida, ya que Abel teme las consecuencias de regresar a Cuba.
“Si regreso a Cuba, podría enfrentar hasta 16 años de cárcel por desertor”, advirtió con angustia durante la entrevista en Destino Tolk. “Yo no quiero regresar a Cuba. Prefiero que me manden a cualquier otro lugar”, confesó.
Este panorama legal y personal, sumado a sus problemas de salud, compone un escenario lleno de incertidumbre y estrés para Frank Abel. En respuesta, sus colegas en el programa criticaron duramente a quienes atacaron a Frank en redes sociales durante este difícil momento, defendiendo su situación y expresando solidaridad.
Este relato muestra cómo, detrás de la imagen pública, Frank Abel enfrenta una compleja lucha de salud y legalidad, agravada por la presión mediática y el desgaste emocional, que lo mantienen en una constante batalla por su bienestar y estabilidad.
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