La creciente presencia de la droga sintética conocida como El Químico ha desatado alarma social en Cuba, especialmente en barrios de La Habana, donde proliferan las escenas de jóvenes drogados en plena vía pública sin que las autoridades reaccionen con prontitud.
Un reciente video compartido por el creador de contenido Saúl Manuel muestra a una joven completamente inconsciente, tirada en la calle Monte de La Habana Vieja a la 1:24 de la madrugada.
A pesar de que se llamó a la policía (PNR), no acudieron. “Se llamó a la PNR y por gusto, nunca llegó…”, denunció el autor del video.
Este caso se suma a otros igualmente preocupantes. En abril, un hombre fue hallado muerto en la zona de Las Yaguas, en Marianao. Se presume que la causa fue una sobredosis de El Químico, aunque las autoridades nunca confirmaron esta hipótesis. La fotografía del cadáver se difundió ampliamente en redes sociales, generando indignación y una sensación de abandono institucional.
“La ausencia de respuestas oficiales, sumada al miedo de los ciudadanos a represalias, crea el escenario perfecto para que esta droga se siga expandiendo con impunidad”. La población denuncia que, cuando finalmente se ejecutan operativos, estos son tardíos o motivados por la presión mediática.
Uno de los casos más recientes ocurrió el 17 de junio, cuando el Ministerio del Interior realizó una redada en Romerillo, municipio Playa, arrestando a una mujer llamada Yakelin, presunta distribuidora de El Químico.
Se le incautaron dosis de la droga, dinero en efectivo y herramientas de procesamiento. Sin embargo, los vecinos afirman que Yakelin llevaba meses vendiendo sin ser molestada por las autoridades. Ese mismo día, otra redada en Las Tunas terminó con nueve detenidos relacionados con tráfico de marihuana y El Químico.
El Químico es una mezcla peligrosa de cannabis con medicamentos antiepilépticos, formol y anestesia veterinaria. De bajo costo y efectos devastadores, provoca alucinaciones, brotes psicóticos, pérdida del control motor y en muchos casos, la muerte.
Esta sustancia enuentra terreno fértil entre jóvenes de barrios marginados, muchos de los cuales no ven alternativas ante el desempleo, la desesperanza y la descomposición social.
“Mientras el gobierno cubano intenta proyectar una imagen de control mediante operativos aislados, la realidad es que la droga circula libremente sin una estrategia de prevención ni asistencia efectiva a los consumidores”.
En esta ausencia, las redes sociales se han convertido en la única vía de denuncia visible. El clamor de quienes documentan estos casos es claro: “Cuba, sálvate”. Una súplica que refleja la urgencia de actuar antes de que esta crisis se torne irreversible.
Museo 'Carlos Baliño': símbolo traicionado en el centenario del Partido Comunista de Cuba
Hace 1 día