Una lamentable trifulca entre jugadores de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila marcó negativamente la jornada del 21 de junio en la Serie Nacional de Béisbol sub-23. Tal como reportó el periodista Boris Luis Cabrera para la Agencia Cubana de Noticias, el enfrentamiento ocurrió en el estadio "José Antonio Huelga" durante el segundo partido de una doble cartelera.
La situación, surgida en la parte baja del sexto inning, derivó en la expulsión de unos diez peloteros, cinco por cada conjunto, y dejó una mancha indeleble sobre el torneo juvenil.
Este tipo de incidentes no solo empaña la imagen del campeonato, sino que atenta contra los principios fundamentales del deporte. "La violencia, en cualquiera de sus formas, no tiene cabida en el béisbol cubano", advirtió Cabrera, subrayando que las categorías formativas deben ser espacios de aprendizaje ético y técnico, no escenarios de confrontación y descontrol.
El reportero llamó la atención sobre la responsabilidad de árbitros y directores en evitar que los partidos escapen de su cauce. “El deporte debe ser una escuela de conducta, no un espacio donde se reflejen actitudes reñidas con la ética y el respeto”, señaló. Esta observación resalta el deber de los cuerpos técnicos y del sistema organizativo en garantizar un entorno seguro y formativo para los jóvenes atletas.
"Más allá de las sanciones que seguramente aplicará la Comisión Nacional de Béisbol —y que deben ser firmes y ejemplarizantes— es imprescindible fomentar una cultura de prevención", escribió Cabrera. Los entrenadores deben asumir su rol como educadores integrales, modelando no solo habilidades deportivas, sino también actitudes ciudadanas.
El béisbol en Cuba es mucho más que una competencia: es identidad nacional, tradición compartida, y símbolo de unidad. Por eso, cualquier manifestación de violencia debe ser rechazada con firmeza.
No basta con castigar; es necesario formar. Como bien expresa Boris Luis, “el deporte no puede convertirse en un espejo de las peores conductas de la sociedad, sino en un escenario para el crecimiento, la hermandad y el orgullo compartido”.
Crédito: Boris Luis Cabrera / Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Fotos: Oscar Alfonso Sosa.
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