Un grito de auxilio recorre las redes sociales desde Ciego de Ávila: se trata de Michelle, un niño de solo cuatro años que lucha por su vida, víctima de una infección bacteriana en la sangre y de las precarias condiciones en las que vive junto a su madre y sus dos hermanos.
La activista Minerva Sifonte Vázquez denunció en Facebook que el menor no ha recibido el tratamiento médico adecuado. Aunque le han administrado antibióticos en varias ocasiones, nunca se le ha realizado un cultivo de sangre para identificar la bacteria y aplicar el medicamento correcto. Su salud, dice, se deteriora rápidamente mientras el tiempo se agota.
“Este niño no tiene casa ni comida. A veces pasa el día entero con un refresco en el estómago porque su mamá no tiene qué darle. Tiene dos hermanitos más y su madre está sola, sin recursos, sin nadie que la ayude”, escribió Sifonte junto a fotos del pequeño, visiblemente desnutrido y con señales de abandono.
La madre de Michelle cría sola a tres hijos sin empleo estable ni ingresos fijos. La familia no tiene vivienda permanente: se refugia en casas de conocidos o duerme en la calle, en paradas de autobús o en espacios improvisados, entre humedad, insectos y suciedad, factores que agravan la salud del niño.
La situación médica es crítica. Michelle ya sufrió un paro renal por la infección y la desnutrición, y los médicos advierten que un nuevo episodio podría ser fatal. “A veces la madre tiene que salir a buscar a sus otros hijos y el niño se queda solo en una cuna todo el día”, relató Sifonte.
La activista, junto a Diasniurka Salcedo Verdecia, organizó una campaña solidaria e hizo públicos los contactos (53 5 4127105 – Minerva Sifonte / 786 339 – Diasniurka) para quienes deseen colaborar con alimentos, medicinas, vitaminas, pañales, ropa o apoyo económico.
“Esta es una súplica desde el corazón. Michelle necesita una oportunidad para vivir y recuperarse”, escribió Salcedo.
Lo más alarmante, denuncian, es que la familia no recibe ningún tipo de ayuda institucional. No hay asistencia social, ni seguimiento médico, ni apoyo estatal.
“¿Y el médico de la familia? ¿Y la potencia médica? ¿Y la prioridad a la infancia?”, cuestionó una usuaria indignada desde La Habana.
El caso de Michelle refleja una crisis sanitaria y social creciente. La escasez de medicamentos, antibióticos, reactivos y alimentos básicos deja a miles de familias en situaciones similares, obligadas a sobrevivir gracias a la solidaridad ciudadana.
Durante décadas, el régimen ha presumido de tener “el mejor sistema de salud del mundo”, pero la realidad contradice el discurso. Hoy, enfermedades tratables se convierten en sentencias de muerte por la falta de atención, infraestructura y recursos.
El pequeño Michelle necesita asistencia médica urgente, nutrición adecuada y un techo seguro. Sin embargo, en la Cuba actual, esos derechos fundamentales se han vuelto un lujo que el Estado ha dejado en manos del pueblo. Y mientras la burocracia observa, son los ciudadanos quienes intentan salvar vidas que el sistema ya dio por perdidas.
Chocolate MC frente a la justicia; fanáticos lo defienden ante posible cadena perpetua
Hace 10 horas
La alegría que un televisor puede traer a personas que nunca han tenido ninguno(video)
Hace 10 horas
El sur de Florida se prepara para una ola de frío con temperaturas cercanas a los 4 °C
Hace 20 horas