El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció que las fuerzas estadounidenses realizaron dos nuevas operaciones contra embarcaciones vinculadas a redes de narcotráfico en el Pacífico oriental, en cumplimiento de órdenes directas del presidente Donald Trump.
De acuerdo con la información difundida por Hegseth a través de su cuenta en X, las acciones formaron parte de la ofensiva que Washington mantiene desde septiembre contra organizaciones que, según el gobierno, combinan actividades de narcotráfico con estructuras terroristas.
Las dos embarcaciones atacadas habrían transportado cargamentos de drogas y navegaban por una de las rutas más utilizadas para el contrabando de cocaína desde Sudamérica. En cada una viajaban tres tripulantes, identificados por el Pentágono como integrantes de grupos de narcotráfico. Los seis hombres fallecieron durante los ataques, sin que se registraran bajas estadounidenses.
Con estas operaciones, el número total de embarcaciones destruidas por las fuerzas estadounidenses desde el inicio de la campaña asciende a 18, entre ellas 17 lanchas rápidas y un semisumergible. Aunque las primeras acciones se concentraron en el Caribe, el operativo se ha extendido progresivamente hacia el Pacífico oriental, considerada una de las rutas más activas del tráfico de drogas.
El gobierno de Trump ha sostenido que Estados Unidos enfrenta una “amenaza directa” de los cárteles internacionales y ha señalado particularmente al denominado Cártel de los Soles, una red compuesta por altos mandos militares y políticos venezolanos. Washington acusa a este grupo de actuar bajo la protección del régimen de Nicolás Maduro y de utilizar los beneficios del narcotráfico para sostener su poder político.
En paralelo, el Pentágono ha incrementado su presencia naval en aguas cercanas a Sudamérica, con el despliegue de unidades de guerra y un portaaviones en la región. Esta expansión militar ha generado debate entre analistas internacionales, algunos de los cuales la interpretan como un intento de aumentar la presión sobre el gobierno venezolano.
Por su parte, Nicolás Maduro ha acusado a Washington de “fabricar un conflicto” para justificar una intervención militar, calificando las acciones de Estados Unidos como una “provocación imperialista”.
La semana pasada, Hegseth y el secretario de Estado, Marco Rubio, se reunieron con legisladores encargados de supervisar la política de seguridad nacional. Según medios estadounidenses, en el encuentro se discutió la justificación legal y estratégica de las operaciones. Aunque algunos senadores demócratas expresaron preocupación por la falta de información detallada, la mayoría republicana bloqueó un intento de limitar la autoridad presidencial para ordenar ataques sin autorización previa del Congreso.
Testimonio estremecedor desde Rusia: “No vayan, no es un buen país para emigrar”(video)
Hace 2 horas
Colombia comienza a distribuir ayuda humanitaria en Guantánamo, tras el huracán Melissa
Hace 3 horas