"Hoy el tema es más doloroso, porque traigo las obras que irremediablemente hemos perdido de Diederich Kortlang", dijo este jueves el cubano César O. Gómez López en un grupo de Facebook de fotos de La Habana.
"El ejercicio del arte es irrepetible, y cada obra, única. Su pérdida, deja un vacío que rara vez se restituye, porque una réplica no trae los sentimientos que el autor nos legó", afirmó.
"Desgraciadamente los cambios sociales, a veces arrastran con ellos el trabajo de los artistas, al identificar las obras erróneamente, con tendencias políticas o religiosas, olvidando que la calidad y el patrimonio están por encima de esas valoraciones".
Goméz compartió 11 imágenes de la pérdida de murales de Diederich Kortlang en La Habana: la casa de Eugenio Batista González de Mendoza (1944) en Calle 3ª e/ 12 y 14 en Miramar (1944), sede actual del Consejo Nacional de Artes Plásticas; el mosaico religioso "Ángel con uvas y trigo" (1944) obra de DK en el comedor de la casa de Eugenio Batista (desaparecido) y el mosaico de la Virgen de La Caridad del Cobre (Años 50) de DK para Colegio del Sagrado Corazón en Miramar, actual sede del Instituto de Ciencias Médicas de La Habana, que también desapareció.
Otra de las obras desaparecidas es en el antiguo edificio del Banco "The Trust Company of Cuba" (1957) obra del arquitecto Eugenio Batista González de Mendoza en 5ª y 92 Miramar, que contenía hermoso mural de DK "La Industria Azucarera". La obra desapareció y fue sustituida por otro mural de Zaida del Río, "La Tríada", con la restauración ejecutada en el año 2000 por el arquitecto Antonio Choy.
Varios cubanos lamentaron la pérdida de obras en La Habana.
"Es una pena que no se respetaran esos murales. El arte es patrimonio de los pueblos no de ideologías impuestas"; "barbarie pura con el apellido que lleven" y "qué lamentable no pensar en el valor artístico de esas obras y se destruyan, ¿qué quedará para las próximas generaciones?"
"Es una pena tremenda. Ahí es donde te preguntas, ¿y Patrimonio pá qué está? Muchas obras se han perdido así, por la ignorancia y aquello de abolir el arte burgués, tan de moda entre los 60 y principio de los 80. En fin, pá llorar con nuestros amados líderes", lamentó una cubana en Fotos de La Habana.
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