Un episodio de altercado protagonizado por una influencer colombiana en el Aeropuerto Internacional de Miami terminó con su detención por parte de las autoridades locales, luego de un comportamiento agresivo contra personal de la aerolínea Spirit Airlines y miembros de seguridad del terminal aéreo.
La mujer fue identificada como Jhoanna Hernández, creadora de contenido y autoproclamada influencer, quien habría solicitado una silla de ruedas alegando problemas de movilidad derivados de una cirugía reciente. Según declaró, también trabajaba para la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que aumentó sus exigencias hacia el personal aeroportuario.
Sin embargo, al no recibir atención inmediata, Hernández comenzó a insultar a los empleados de la aerolínea, empujó a una asistente de vuelo y sacó su teléfono para grabar el incidente, advirtiendo a los presentes que contaba con “abogados poderosos” y que tomaría acciones legales por el supuesto “maltrato” recibido.
La escena fue captada en video por la cámara corporal de un oficial de policía y rápidamente se difundió en redes sociales, donde usuarios compartieron al menos 15 clips divididos en “capítulos” que documentan su comportamiento. En las imágenes, la influencer también aseguró que la estaban discriminando y gritó que era una "mujer de Dios".
Las autoridades decidieron cancelar su vuelo tras considerarla un riesgo para la seguridad de los pasajeros, dada su actitud agresiva. Fue entonces cuando, según los reportes, Hernández corrió por los pasillos del área restringida del aeropuerto en un intento por abordar el avión a la fuerza. Este acto puso en duda su supuesta incapacidad física, ya que fue vista desplazándose sin dificultad.
“¡Yo soy YouTuber, soy influencer! ¡Ustedes van a pagar por esto!”, gritaba mientras era detenida. Durante su arresto, insistió en su versión de que trabajaba con la OMS y que sus derechos estaban siendo vulnerados.
El altercado culminó con su aprehensión y retiro del aeropuerto. Aunque no se ha confirmado si enfrenta cargos penales, el incidente ha desatado un debate en redes sociales sobre los límites del comportamiento de figuras públicas en espacios públicos y la utilización de su estatus de “influencer” como mecanismo de intimidación.
Hasta el momento, ni Hernández ni sus supuestos representantes legales han emitido una declaración oficial.
Fuente: El Heraldo
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