Donald Trump volvió a encender la polémica con una publicación en su red Truth Social, en la que exige que se investigue a varias celebridades por presuntamente haber recibido pagos encubiertos por apoyar a Kamala Harris durante su campaña presidencial. Entre los nombres que mencionó se encuentran Bruce Springsteen, Beyoncé, Oprah Winfrey y Bono.
La reacción del mandatario se produjo después de que Springsteen criticara duramente a la administración actual durante un concierto reciente en Europa. Aunque no hizo referencia directa a Trump ni a Harris, su mensaje fue claro.
“En mi país, la América que amo, esa que ha sido símbolo de esperanza y libertad por 250 años, hoy está en manos de una administración corrupta y traidora”, declaró el músico desde el escenario.
Poco después, Trump respondió con una acusación que mezcla política, espectáculo y controversia. Según él, Springsteen habría recibido dinero por apoyar a Harris durante su campaña, y no fue el único. También implicó a Beyoncé, Oprah y Bono en lo que describe como posibles “contribuciones ilegales disfrazadas de entretenimiento”.
“¿Cuánto le pagaron a Bruce por su pésima presentación? ¿Y a Beyoncé? ¿Recibió 11 millones por estar en un mitin en Houston? ¿Y qué hay de Oprah y Bono?”, escribió Trump. “Voy a pedir que se investigue este asunto de forma completa”.
El presidente argumenta que la presencia de estos artistas en eventos políticos puede haber cruzado la línea legal si hubo algún tipo de compensación financiera encubierta. A su juicio, se trataría de una estrategia para simular apoyo popular y así atraer más audiencia a los actos de campaña.
“Esto no fue arte, fue propaganda financiada ilegalmente. No se puede pagar por apoyo político fingiendo contratar entretenimiento. Es ilegal y corrupto”, aseguró Trump.
En respuesta a las afirmaciones sobre Beyoncé, su madre, Tina Knowles, desmintió en redes sociales que su hija hubiera recibido dinero alguno por participar en actos proselitistas. “La verdad es que Beyoncé no cobró ni un centavo”, escribió.
Los cruces entre Trump y figuras del espectáculo no son nuevos. Bruce Springsteen, en particular, ha sido un crítico vocal del presidente, y sus diferencias se han hecho públicas en varias ocasiones. Sin embargo, esta vez Trump fue más allá al sugerir consecuencias legales.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha iniciado una investigación formal basada en sus declaraciones, pero el episodio ha desatado un debate sobre los límites entre la expresión artística, la participación política y el financiamiento de campañas.
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