Un grupo de exempleados de América TeVé ha solicitado formalmente al juez Roy K. Altman, del Tribunal del Distrito Sur de Florida, que ordene su reincorporación laboral y el restablecimiento de la programación del canal, suspendido desde inicios de mayo debido a una disputa legal entre los accionistas.
Según información publicada por Diario Las Américas, la petición fue enviada por correo certificado en forma de una carta firmada por reporteros, presentadores, técnicos y otros trabajadores que hasta el pasado 8 de mayo formaban parte del equipo de la televisora local de Miami. Ante la falta de respuesta, los empleados decidieron hacer pública la misiva a través del mencionado medio.
Los firmantes expresan que se sienten “atrapados en medio de una disputa legal entre los socios” de la empresa. El conflicto involucra al grupo Pegaso, que asegura tener el 65% de las acciones de América TeVé, y a Carlos Vasallo, presidente y CEO de América CV Network, quien afirma que aún mantiene el control de las operaciones hasta que la justicia determine lo contrario.
El mismo 8 de mayo, los empleados fueron notificados del cese de sus funciones y del cierre de los espacios que ocupaban en la programación. En paralelo, Pegaso emitió un comunicado afirmando que una sentencia emitida el 19 de marzo por una corte de bancarrota en Florida le reconocía como accionista mayoritario de la televisora.
Sin embargo, otra comunicación firmada por Vasallo sostiene que, ese mismo día, una corte en Delaware negó a los representantes de Pegaso la solicitud de control sobre América CV Network, la entidad productora del contenido de América TeVé.
En este cruce de versiones, quienes trabajaban para el canal aseguran ser las principales víctimas del conflicto. Por ello, pidieron al juez Altman que considere el impacto humano de esta disputa empresarial, señalando que los trabajadores son “el eslabón más débil” y que han quedado desprotegidos sin previo aviso ni compensación.
Asimismo, instan al magistrado a valorar lo que representa América TeVé para la comunidad hispana de Miami, una audiencia que fue construida con años de esfuerzo por parte del personal afectado. En la carta, piden “respetuosamente” ser reincorporados a sus puestos y solicitan que se ordene el regreso de la programación en vivo.
Algunos empleados decidieron no firmar la carta por temor a represalias, según indica el Diario Las Américas, ya que la exposición pública de sus nombres podría perjudicar sus oportunidades laborales futuras.
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