La crisis energética en Cuba alcanza niveles alarmantes y la provincia de Pinar del Río se ha convertido en uno de sus símbolos más evidentes. En respuesta a apagones que superan las 20 horas diarias, las autoridades locales decidieron apagar varios transmisores de radio y televisión. El objetivo, según argumentan, es “proteger los grupos electrógenos” que trabajan bajo una intensa sobreexplotación, ya que sin electricidad constante, los generadores son los únicos medios para mantener las transmisiones activas.
De los 28 centros de transmisión existentes en Pinar del Río, solo siete cuentan con respaldo energético. Esta cifra revela no solo la gravedad del colapso del sistema eléctrico, sino también la fragilidad de la infraestructura técnica que sostiene la propaganda y la comunicación estatal. Luis Armentero Jaida, director territorial de Radio Cuba en la región, explicó que se han implementado horarios de apagado controlado para no agotar por completo los generadores. “Con frecuencia en la mañana, entre las 9 y las 12, el grupo se apaga. Lo mismo ocurre en la tarde”, detalló. Estos cortes estratégicos buscan preservar los equipos para que puedan operar durante los fines de semana o en eventos deportivos televisados como el Clásico de béisbol o la Champions League.
La medida evidencia el deterioro acelerado de los servicios públicos en Cuba, donde incluso los sistemas diseñados para emergencias ya no son sostenibles. La escasez de piezas de repuesto para transmisores agrava aún más el problema, reduciendo la calidad de señal y desconectando a amplios sectores de la población de los medios oficiales.
Mientras tanto, el Sistema Eléctrico Nacional reporta un panorama igualmente crítico. Solo el 17 de mayo, la afectación máxima fue de 1.584 megavatios, una cifra que supera los pronósticos y refleja un colapso técnico sostenido. La situación se agravó tras la salida de servicio de la unidad 6 de la Central Termoeléctrica Mariel, además de otras cinco unidades actualmente en mantenimiento. La capacidad de generación no logra cubrir la demanda estimada de 3.350 MW, con una disponibilidad que apenas supera los 1.800 MW.
La ciudadanía reacciona con frustración. En redes sociales proliferan las críticas por la desigualdad en la distribución del servicio eléctrico. Mientras muchas viviendas pasan largas horas sin luz, discotecas y otros locales recreativos operan sin restricciones aparentes. La sensación generalizada es de abandono institucional y una desconexión entre el discurso oficial y la realidad cotidiana.
El apagado de transmisores en Pinar del Río no es una simple medida técnica; representa el retrato de una nación sumida en el colapso energético y tecnológico. Cada día que pasa, Cuba se apaga un poco más.
Asturias apoya con hasta 6.000 euros el regreso de familias cubanas a su tierra de origen
Hace 1 día
Trump acusa al exdirector del FBI de pedir su asesinato con un mensaje cifrado en redes
Hace 8 horas
Insólito: Vecinos en México apedrean vehículo de Google Maps por “atraer los Huracanes”
Hace 6 horas
Inmigrante en Florida enfrenta multa de $1.82 millones por no acatar orden de deportación
Hace 1 día