Un motorista que transportaba a un familiar fue detenido por dos inspectoras corruptas del gobierno alegando que le tenían que poner una multa porque llevaba un pasajero. El motorista les explicó que no era un pasajero sino un familiar y que por supuesto, no le había cobrado nada.
Sin embargo, nos dice el medio digital La Tijera, que las mujeres no aceptaron la explicación y trataron de sobornarlo.
Al no aceptar el chantaje, estas dos abusadoras oportunistas detuvieron a un oficial de la motorizada para que tomara cartas en el asunto, a lo que el uniformado se negó.
Este hecho sucedió en la semana en curso, alrededor de las 12 del día en la calle Los Maceos esquina Aguilera en la provincia de Guantánamo.
Chantajes como este reflejan los abusos de poder y la corrupción existentes en distintos niveles de la administración en Cuba. Las inspectoras en este caso actuaron de manera prepotente y sin justificación legal, buscando obtener un soborno a costa del trabajador. Este tipo de prácticas no son aisladas y se han reportado en diversas provincias del país.
Ejemplos sobran: transportistas privados han denunciado en múltiples ocasiones que inspectores estatales les imponen multas injustificadas si no acceden a pagar sobornos. En La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba, algunos choferes de almendrones han revelado que las multas pueden ser perdonadas si entregan dinero o favores a los inspectores.
En gasolineras estatales, empleados han sido sorprendidos vendiendo gasolina y diésel de forma ilícita. En 2023, varios trabajadores de CUPET fueron arrestados en Cienfuegos por desviar grandes cantidades de combustible.
En mercados estatales y bodegas de la libreta de abastecimiento, se dan casos de administradores que desvían productos de la canasta básica para revenderlos en el mercado negro. En Holguín, un administrador de bodega fue denunciado por quedarse con la leche en polvo destinada a niños y revenderla a precios altísimos.
En hospitales y policlínicos, algunos médicos y enfermeros han sido denunciados por cobrar dinero a pacientes a cambio de adelantar turnos en consultas o en cirugías. En Villa Clara, se descubrió una red de corrupción en la que empleados del sector salud vendían turnos para pruebas médicas que supuestamente eran gratuitas.
Funcionarios del Ministerio de la Construcción y de la Dirección de Vivienda fueron denunciados por otorgar viviendas o permisos de construcción a cambio de sobornos. En Camagüey, varias personas se quejaron de que, mientras esperaban una vivienda asignada por el estado, otras personas con más recursos lograban obtenerlas rápidamente mediante pagos ilícitos.
Algunos policías han sido acusados de decomisar productos a trabajadores por cuenta propia sin causa justificada y luego vender los artículos incautados en el mercado negro. En La Habana Vieja, un grupo de vendedores ambulantes denunció que la policía les quitó su mercancía con la excusa de que no tenían licencia, aunque sí contaban con los permisos legales.
Estos son solo ejemplos; existen muchos másy
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