La censura persistente sobre la figura de Celia Cruz en los medios oficiales de Cuba sigue siendo un tema polémico. En un reciente artículo publicado en el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, el periodista Guille Vilar escribió una reseña sobre el espectáculo "Cien Años de la Sonora Matancera Tributo", realizado como parte del Festival Jazz Plaza. Sin embargo, a pesar de que el evento destacó las contribuciones de Celia Cruz y otros miembros emblemáticos de la Sonora Matancera, el artículo omitió cualquier mención a la cantante, generando controversia entre los cubanos.
Este hecho ha generado una nueva ola de críticas, especialmente por parte de Rosa Marquetti, historiadora de la música cubana e investigadora de la vida de Celia Cruz. Marquetti, en una publicación en redes sociales, expresó que "no se puede escribir sobre La Sonora Matancera y omitir a sus voces legendarias", haciendo referencia a la censura que ha marcado la historia de la música cubana desde la Revolución. Aseguró que la omisión de los nombres de los músicos y cantantes que hicieron grande a la Sonora Matancera contribuye a la desinformación histórica sobre la cultura cubana.
El mismo sentimiento fue compartido por el periodista Wilfredo Cancio Isla, quien calificó lo sucedido como parte de una "gran farsa del periodismo cubano", criticando duramente la manipulación informativa ejercida por medios como Granma. Según Cancio Isla, la falta de reconocimiento a figuras como Celia Cruz es una consecuencia de las restricciones ideológicas que controlan el discurso cultural en Cuba.
La cantante cubana Aymée Nuviola, quien interpretó el papel de Celia Cruz en la telenovela colombiana "Celia", también se sumó a las críticas, calificando de "absurdo" que un sistema obligue a la población a borrar partes de su historia. Nuviola expresó su desconcierto ante la censura de una figura tan significativa en la cultura cubana como lo es Celia Cruz, cuya música sigue siendo un pilar en la historia de la salsa y la música latina en general.
El Observatorio de Derechos Culturales (ODC) también se pronunció sobre este incidente, calificándolo como un intento de "reescritura de la historia" y un claro ejemplo de "deshonestidad intelectual". Según el ODC, esta omisión en los medios oficiales refleja el deseo del poder de silenciar a aquellos artistas que no se alinearon con la narrativa oficial tras la Revolución de 1959. De acuerdo con el observatorio, la eliminación de figuras como Celia Cruz del Diccionario de la Música Cubana en 1981 es otro ejemplo de esta censura persistente.
La Sonora Matancera, cuyo legado sigue vivo en muchos países de Latinoamérica, especialmente en Colombia y Perú, ha sido reconocida fuera de Cuba, pero su historia está marcada por la salida del grupo de la isla en 1960. La omisión de Celia Cruz de los relatos oficiales dentro de Cuba se ha convertido en un símbolo de la represión cultural, ya que ella, junto a otros artistas, representaba la libertad creativa y el impacto internacional que se vieron truncados por las políticas del gobierno cubano.
A pesar de la censura, Celia Cruz sigue siendo una de las figuras más importantes en la historia de la música latina. Desde sus grabaciones con la Sonora Matancera en los años 50, hasta su consagración en Estados Unidos con la Fania All-Star a partir de los 70, la "Reina de la Salsa" dejó una huella imborrable en la música mundial. Su voz se convirtió en un ícono, representando no solo la salsa, sino también la resistencia cultural y la lucha por la libertad.
Rosa Marquetti, en sus reflexiones sobre la censura de Celia Cruz, afirmó que el poder en Cuba finalmente no ha tenido más remedio que reconocerla, aunque desde una postura descalificadora. Marquetti señaló que Celia Cruz forma parte indiscutible de la cultura cubana, a pesar de los esfuerzos por silenciar su legado en la isla. "Somos tres generaciones de cubanos que crecimos sin ella, sin tener su música en la radio ni en la televisión cubana", dijo Marquetti, resaltando la paradoja de que, a pesar de todo, su legado ha perdurado fuera de Cuba.
En 2023, la agencia estatal Prensa Latina también omitió a Celia Cruz en una nota sobre los 200 mejores cantantes de todos los tiempos de la revista Rolling Stone. La cubana, quien entró en el Top 20 de la selección, fue pasada por alto en el informe, que celebraba a otros músicos, incluidos brasileños, mientras que la figura de Cruz seguía sin ser reconocida oficialmente en la isla. Este es solo otro ejemplo de cómo la censura a Celia Cruz persiste en los medios cubanos, incluso décadas después de su muerte.
La ausencia de Celia Cruz en los medios oficiales cubanos continúa siendo una herida abierta en la cultura nacional. A pesar de los intentos por borrar su legado, la influencia de la "Reina de la Salsa" sigue viva en la memoria colectiva, tanto dentro como fuera de Cuba. La controversia sobre su omisión en los homenajes a la Sonora Matancera refleja la lucha constante por preservar la historia auténtica de la música cubana y reconocer a aquellos que han sido injustamente silenciados.
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