La Federación Cubana de Béisbol y Sóftbol (FCBS) calificó de irrespetuosa la decisión de excluir a la isla de la Serie del Caribe 2026, cuya sede fue reasignada recientemente a México. En una declaración oficial, la entidad expresó su inconformidad por no haber sido informada ni consultada sobre una determinación que considera clave para el torneo y para el béisbol cubano.
Según la FCBS, la invitación inicial para participar en la edición de 2026 se originó cuando Venezuela figuraba como sede del certamen y contó con el aval de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC), organismo rector de la competencia y del cual Cuba es miembro fundador. La federación cubana subrayó que, pese a ello, no recibió comunicación formal alguna por parte de la CBPC tras el cambio de escenario, lo que —afirma— dejó sin efecto compromisos previamente asumidos y planes ya aprobados por la parte cubana.
La entidad enfatizó que la modificación de la sede no debería justificar la exclusión de Cuba del torneo y reclamó un trato acorde con su trayectoria histórica dentro del béisbol caribeño. En ese sentido, consideró especialmente sensible la decisión por el impacto que tiene en un deporte de alto arraigo nacional.
El pasado jueves, la CBPC anunció que la Serie del Caribe 2026 se disputará del 1 al 7 de febrero en Guadalajara, tras aprobar una propuesta presentada por la Liga ARCO Mexicana del Pacífico con el respaldo de la organización Charros de Jalisco. El cambio se produjo luego de que México, Puerto Rico y República Dominicana desistieran de celebrar el evento en Gran Caracas, sede originalmente prevista, alegando razones logísticas ajenas a la Liga Venezolana de Béisbol Profesional.
De acuerdo con el esquema divulgado por la CBPC, la edición de 2026 contará con cinco equipos: los campeones de las ligas invernales de México, República Dominicana y Puerto Rico, con la expectativa de sumar al monarca de Venezuela, además de Panamá como país invitado. Cuba, sin embargo, quedó fuera del listado.
La FCBS lamentó que una decisión de esta magnitud se haya tomado sin diálogo previo y reiteró su disposición a participar en el torneo bajo condiciones de respeto institucional. Mientras tanto, la exclusión ha reavivado el debate sobre los criterios de invitación y la gobernanza del clásico caribeño, en un contexto donde los cambios de sede y las tensiones organizativas han marcado las últimas ediciones del certamen.
(Con información de PL)
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