La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto una pena de ocho años de prisión a un hombre cubano de 50 años por agredir sexualmente a una mujer que se encontraba inconsciente en un banco de la glorieta de Santa María de la Cabeza.
La rápida intervención de dos empleados del servicio de limpieza municipal fue clave para la detención del agresor.
Según el fallo judicial, el condenado aprovechó que la víctima, una mujer argentina de 43 años, estaba recostada y sin señales de consciencia para levantar su falda y ropa interior, penetrándola vaginalmente. La resolución del tribunal destaca la peligrosidad del agresor y la completa ausencia de inhibiciones, señalando que, incluso ante la presencia de testigos, continuó con la agresión.
Los trabajadores municipales, que presenciaron parte del ataque, alertaron de inmediato a la policía, lo que permitió la detención del acusado pocas horas después. La víctima fue trasladada al Hospital "Gregorio Marañón", donde los análisis forenses confirmaron la presencia de semen del agresor en sus muestras vaginales. Además, los informes médicos detectaron un hematoma en la zona sacra y la presencia de varias sustancias que demostraban que se encontraba inconsciente durante el ataque.
Durante el juicio, la víctima declaró no recordar los hechos, mientras que el acusado, con antecedentes penales por agresión sexual en Bélgica, permaneció en silencio y se acogió a su derecho a no declarar. La defensa intentó argumentar que el hombre podría haber estado bajo los efectos del alcohol, pero el tribunal descartó cualquier atenuante.
En un primer momento, la Fiscalía solicitó una condena de 12 años de prisión junto con la expulsión del país, pero finalmente la Audiencia resolvió imponer ocho años de cárcel. La sentencia también determina que el condenado sea deportado de España tras cumplir las tres cuartas partes de la pena.
El fallo recalca que el agresor actuó “con pleno conocimiento del estado de inconsciencia de la víctima” y que la violación se produjo sin ningún tipo de consentimiento, aprovechando que la mujer no podía percibir lo que sucedía.
Medios locales, como Digital de León, resaltaron la importancia de la acción de los empleados de limpieza, quienes no solo avisaron a las autoridades sino que colaboraron en la identificación del agresor, lo que permitió una respuesta rápida y eficaz. Este caso pone de relieve tanto la vulnerabilidad de las víctimas en situaciones de indefensión como la relevancia de la colaboración ciudadana para prevenir y detener delitos de carácter sexual.
El tribunal concluyó que la conducta del agresor representó un alto riesgo para la víctima y subrayó la necesidad de aplicar penas proporcionales para proteger a la sociedad y garantizar justicia frente a este tipo de delitos.
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