El crematorio de cadáveres en Santa Clara, Villa Clara, permanece inactivo desde noviembre de 2024 debido a la profunda crisis energética que atraviesa Cuba. Este servicio, fundamental para la gestión funeraria de la provincia, está paralizado no solo por la falta de energía, sino también por la rotura de piezas esenciales que no se fabrican ni se encuentran en el país.
La directora de los servicios comunales de Villa Clara, Kirenia Bermúdez Quesada, ha explicado que el intento reciente de poner en funcionamiento el crematorio se vio frustrado por el daño en válvulas de gas que alimentan los quemadores. Tras conseguir un poco de gas licuado de petróleo detectaron una fuga importante que imposibilita su uso. “No es posible repararlo y se debe comprar uno nuevo, pero no hay disponibilidad en el país”, afirmó Bermúdez Quesada.
Ante esta situación, la solución es importar las piezas desde el extranjero, un proceso complicado por la falta de divisas en las empresas estatales encargadas. Por eso, la tarea ha sido delegada a Mipyme privada, que traerá los componentes a cambio de pesos cubanos. Sin embargo, las gestiones para la importación están en curso y aún no se tiene certeza sobre la fecha exacta de llegada de las piezas. “No podemos comprometernos con un día para que el crematorio vuelva a funcionar. Tal vez cuando llegue la pieza, ya no haya gas”, señaló la directora.
Esta paralización tiene graves consecuencias para la población de Santa Clara, una ciudad con casi 246 mil habitantes en 2022, que ahora debe enfrentar la imposibilidad de realizar incineraciones. El monopolio estatal de los servicios comunales, mal gestionado, limita las opciones para las familias que pierden a sus seres queridos.
Además, la crisis energética general en Cuba agrava la situación. Según el Sistema Electroenergético Nacional (SEN), el país enfrenta apagones que afectan significativamente la producción de energía.
Para este jueves 19 de junio, se estima un déficit de más de 1.600 megavatios durante el horario pico, lo que mantiene la inestabilidad del suministro eléctrico.
La combinación de la crisis energética, la falta de mantenimiento, la ausencia de repuestos nacionales y la imposibilidad de importarlos con rapidez mantienen paralizado el crematorio de Santa Clara, afectando directamente a la población y generando una crisis silenciosa en uno de los servicios comunales más esenciales.