Rubén Martínez, el joven piloto cubano que escapó de la isla a Florida en una avioneta de fumigación AN-2, confesó su temor de ser utilizado como "carta de cambio" en medio de las reuniones que sostiene el gobierno de EEUU con el régimen de La Habana.
“A mí si me regresan ya hay una ley que dice que me pueden fusilar y creo que eso sería hasta el mejor de los casos, porque estar preso ahí bajo tortura creo que sería peor aún”, dijo Martínez en declaraciones a Univisión.
Martínez aterrizó en Florida a finales de octubre del 2022. Desde esas fechas, permanece detenido sin derecho a fianza en un centro de migrantes en Broward.
La defensa del piloto argumenta que el nuevo código penal cubano mantiene la pena de muerte por fusilamiento en 24 delitos, incluyendo los actos contra la seguridad de los aeropuertos y los vehículos de aviación.
Las preocupaciones de Martínez aumentan cuando transcurren diálogos entre altos funcionarios de la Casa Blanca y el régimen comunista de La Habana. En varias ocasiones —dice— se ha comunicado con el oficial de ICE a cargo del caso.
“Él me dice que yo como que represento un riesgo de fuga, como que no voy a ir a los juicios y sinceramente yo no entiendo por qué es eso posible porque al final yo tuve que esperar una hora y media después de que aterricé para que vinieran a recogerme”, explicó.
Martínez se presentará el próximo 23 de febrero en corte para defender su asilo político, así como la petición de protección bajo la convención contra la tortura. En diciembre, el joven de 29 años había expresado también su temor si lo devolvían a la isla. “Temo por mi vida, temo por mi familia”, aseguró.
La aviación civil de Cuba advirtió que el hecho constituía un acto de “piratería aérea”. “Los actos de piratería aérea constituyen delitos tipificados en varios convenios internacionales, ratificados por Cuba y Estados Unidos. Este hecho representa una violación del espacio aéreo, de la seguridad operacional y de las regulaciones aeronáuticas cubanas, en correspondencia con los Anexos del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Convenio de Chicago)”, señaló.
El pasado 21 de octubre, Martínez llegó al área de los Everglades en la avioneta perteneciente a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA), tras despegar de la Unidad Económica de Base de la ENSA de Sancti-Spíritus.
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