El Food Monitor Program (FMP) ha emitido una alerta sobre la creciente vulnerabilidad de la infancia en Cuba, destacando el aumento del trabajo infantil en la isla como una de las principales causas. A través de un hilo en X, la organización subrayó que la pobreza multifactorial está favoreciendo la normalización de la sobrevivencia infantil, con una mayor presencia de menores involucrados en la venta de alimentos, así como en actividades como la recolección de desechos y el transporte de mercancías junto a adultos.
Sergio Ángel Baquero, director de FMP, explicó que esta situación representa una grave amenaza para el desarrollo de los niños y adolescentes, ya que no solo los perjudica en términos de su crecimiento físico y educativo, sino que también intensifica la segregación social ya existente en Cuba. "Es una alerta sobre los efectos devastadores que esto puede generar sobre la infancia y adolescencia, no solamente porque va a generar rezagos en su desarrollo y formación, sino también porque va a profundizar la ya pronunciada segregación social que existe en la isla", comentó Baquero.
El FMP también ha señalado que esta situación viola la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, destacando que, además de los problemas derivados de la carencia alimentaria, esta problemática contribuirá a un aumento en los índices de pobreza multidimensional, que ya son complejos en el país. Además, advirtieron sobre el crecimiento de actividades como la venta clandestina de pan, las cuales se realizan durante las horas de la tarde y la noche, en zonas con poco alumbrado público o en medio de cortes de electricidad. Estos factores, sumados al incremento de la delincuencia, dejan a los menores que trabajan como vendedores expuestos a riesgos adicionales.
El FMP también enfatizó que la necesidad de asumir responsabilidades como asegurar el alimento familiar a edades tan tempranas limita gravemente el desarrollo de los jóvenes, en un contexto de creciente segregación económica. En este entorno, las oportunidades de recreación y aprendizaje se ven relegadas a favor de la mera supervivencia. "La toma de responsabilidad en el aseguramiento del alimento familiar en edades tan tempranas limita el desarrollo de los jóvenes, en un país cada vez más segregado económicamente, y donde las oportunidades de recreación y aprendizaje retroceden en favor de la supervivencia básica", señaló la organización.
Sergio Ángel Baquero también destacó la problemática demográfica de Cuba, el país más envejecido de América Latina y el Caribe, con uno de cada cuatro cubanos mayores de 60 años. "Desde el año 2022, cerca del 18% de la población ha abandonado el país, lo cual ha generado que muchos niños y jóvenes vivan en la isla con sus abuelos. Por esta razón, muchos de ellos se han visto en la necesidad de trabajar a través de trabajos informales, pero sobre todo a través de las ventas informales", indicó Baquero.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también se ha pronunciado en contra del trabajo infantil, instando a los gobiernos a combatirlo. UNICEF resalta que, además de exponer a los niños a condiciones peligrosas, el trabajo infantil les priva de su infancia, deteriora su salud, moralidad y seguridad, y les impide disfrutar de su derecho a la educación, el juego y una vida saludable y digna.
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