El colapso económico que atraviesa Cuba ha desencadenado una nueva ola migratoria, esta vez con destino a Brasil. Según cifras oficiales, más de 22.000 cubanos solicitaron asilo en ese país en 2024, casi el doble que el año anterior.
En los primeros meses de 2025, por primera vez, los cubanos superaron a los venezolanos en solicitudes de refugio.
Esta tendencia marca un cambio en los patrones migratorios tradicionales. Durante décadas, Estados Unidos ha sido el principal destino de los cubanos que buscan mejores condiciones de vida.
Sin embargo, el endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump y la creciente presión en la frontera sur han llevado a muchos a buscar rutas alternativas.
Curitiba, la capital del estado brasileño de Paraná, se ha convertido en un centro de acogida para esta nueva diáspora.
Negocios de cubanos, como pizzerías, salones de belleza, peluquerías y restaurantes, han comenzado a multiplicarse.
El grupo de Facebook “Cubanos en Curitiba” ya supera los 45.000 miembros, y cientos de niños cubanos se han matriculado en escuelas locales.
La crisis en Cuba, descrita por académicos como la peor desde la independencia en 1902, se manifiesta en múltiples frentes: dos años consecutivos de caída del PIB, escasez de productos básicos, inflación, déficit energético, apagones frecuentes y pérdida de poder adquisitivo.
El ministro de Economía cubano reconoció públicamente que la falta de combustible y energía ha paralizado sectores clave.
Muchos cubanos han elegido Brasil influenciados por testimonios en redes sociales de compatriotas ya asentados en el país. Algunos, como el chef Óscar Vázquez, comparten en TikTok escenas cotidianas de su vida en Curitiba, desde supermercados llenos hasta restaurantes con comida accesible. "Los cubanos entran al supermercado y les dan ganas de llorar", afirma.
El flujo migratorio también ha llegado a ciudades más pequeñas como Venancio Aires, en el sur de Brasil, donde algunos cubanos han abierto canales de YouTube para compartir sus experiencias e incluso ayudar a otros a emigrar.
Las autoridades locales expresan preocupación por la presión sobre los servicios sociales.
El alcalde de Curitiba, Eduardo Pimentel, ha manifestado que si bien los inmigrantes son bienvenidos, teme que Brasil enfrente dificultades ante la llegada masiva de personas mientras otros países cierran sus fronteras.
Mientras tanto, la comunidad cubana continúa creciendo. Y para muchos, aunque Brasil no sea el destino final, representa un punto de partida hacia una vida con más oportunidades y dignidad.
fuente: Alberto Pérez del sitio de facebook cubanos en Curitiba
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