El activista y científico cubano Oscar Casanella, uno de los acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro (MSI) en noviembre de 2020, dio sus primeras declaraciones el miércoles tras su llegada a Miami.
En entrevista con América Tevé, Casanella, quien llegó a EE.UU. junto a su esposa embarazada e hijo, aseguró que en el exilio mantendría su lucha por la liberación de Cuba. También expresó que sentía una “emoción tremenda” por el reencuentro con su familia en Miami.
Casanella igualmente fue recibido por su padre y hermana y por familiares de su esposa, que vive el octavo mes de embarazo. “Voy a seguir desde aquí haciendo porque Cuba sea democrática, el sueño que tuvo Martí de una patria con todos y para el bien de todos”, expresó.
“Los últimos meses en Cuba fueron muy malos. Yo estuve como muerto, porque me mantenían encerrado en la casa e incomunicado”, aseguró el opositor, que en diversas ocasiones ha sufrido la hostilidad del régimen de La Habana e incluso golpizas de la policía política, como cuando participó en la marcha independiente de la comunidad LGTBI+ en mayo de 2019.
Antes de partir al exilio, el bioquímico expresó que se marchaba de la isla “con el dolor de un patriota obsesionado con la libertad del pueblo cubano”. “Desgraciadamente en eso se empeña la dictadura”, aseveró.
Decenas de personas manifestaron sus buenos deseos para Casanella y su familia al conocer que partía. Casanella se desempeñaba como profesor de la Universidad de la Habana e investigador agregado del Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR) y comenzó a ser coaccionado en 2013 para que rompiera sus vínculos de amistad con opositores políticos.
Tres años después resultó expulsado del INOR, bajo acusaciones de “indisciplina laboral”. Ese mismo año también fue echado de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana donde impartía clases como profesor adjunto y sin recibir salario.
Varios activistas y periodistas independientes han enfrentado el exilio como opción de salida a la represión gubernamental. Antes resultaron desterrados los reporteros independientes Héctor Luis Valdés Cocho y Esteban Rodríguez, quien llevaba ocho meses presos en la isla.
De igual modo, el dramaturgo Yunior García y su esposa Dayana Prieto dijeron haber sido presionados para abandonar el país tras la fallida Marcha Cívica por el Cambio convocada por la plataforma Archipiélago el pasado 15 de noviembre.
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