Más de tres meses después de la desaparición de Doraiky Águila Vázquez en La Habana, su madre Maura Vázquez, expresa con dolor y firmeza su frustración ante la inacción de las autoridades.
En una publicación que se ha viralizado en redes sociales, Maura responsabiliza directamente al gobierno cubano por la ausencia de resultados y la falta de movilización de recursos humanos y logísticos para encontrar a su hija.
“Cuando se ponen fuerzas, interés y deseo, las búsquedas salen”, declaró, señalando que existen fuerzas como alumnos del MININT, escuelas militares, la Marina, los CDR y otras organizaciones que podrían participar sin afectar la estructura institucional. Sin embargo, esa voluntad y coordinación parecen no existir, dejando a la familia en una espera angustiosa.
Doraiky desapareció el 15 de marzo durante un apagón general, en circunstancias que aumentan la preocupación, pues sufre episodios de pérdida de memoria transitoria, lo que podría haberla desorientado.
Su familia ha denunciado el prolongado silencio oficial y la carencia de apoyo, a tal punto que han ofrecido una recompensa de 350,000 CUP para quien aporte información verídica. Mientras tanto, Maura recorre incansablemente las calles de La Habana con la foto de su hija, sin descanso ni resignación, impulsada por el amor y la esperanza.
Entre las muchas reacciones en redes, varios cibernautas han apuntado con amargura que “se ve que la persona extraviada no es madre, hermana o hijo de algún dirigente o funcionario de altas esferas, porque ya hubiera aparecido esta muchacha”.
Esta frase refleja la percepción popular sobre la desigualdad en la atención oficial, generando una sensación de abandono y desconfianza que agrava el dolor de la familia.
Este caso no es aislado. En los últimos meses, han emergido otros casos similares en la Isla, donde familias enfrentan la desidia institucional ante desapariciones sin resolver. Por ejemplo, en Santiago de Cuba, la familia de Yanelis López lleva meses buscando respuestas tras su desaparición en condiciones también poco claras, mientras que en Matanzas otra joven permanece desaparecida desde principios de año, aumentando la sensación de inseguridad y vulnerabilidad social.
La ausencia de protocolos claros y la falta de recursos adecuados para enfrentar estas situaciones genera desconfianza y un sentimiento creciente de abandono. Ciudadanos y colectivos han empezado a organizarse para apoyar a las familias afectadas, demandando mayor transparencia y compromiso gubernamental.
La lucha de Maura Vázquez representa una voz que denuncia no solo la desaparición de su hija, sino la urgencia de que el Estado cubano asuma su responsabilidad y despliegue toda su capacidad para garantizar la seguridad y la vida de sus ciudadanos.
“No pido, no ruego, responsabilizo al gobierno cubano”, concluyó, mientras continúa buscando a Doraiky con la fuerza de una madre que no se rinde.
Rachel tiembla, La Dura se ríe: Kenny Robert clona y corona en las redes(contiene video)
Hace 1 hora
Florida rescata a 60 menores víctimas de trata en una de las mayores operaciones del país
Hace 1 día