El embajador de China en Cuba, Hua Xin, informó este jueves que los kits de ayuda familiar donados por la Cruz Roja china fueron enviados desde la mañana hacia las zonas más afectadas del oriente cubano, tras el devastador paso del huracán Melissa.
Cada uno de los kits incluye alimentos y artículos esenciales, como chancletas, cepillos de dientes, mantas, sombrillas y tanques reutilizables para agua potable, entre otros insumos básicos destinados a cubrir las necesidades inmediatas de las familias damnificadas.
A este esfuerzo se suma Venezuela, cuyo canciller Yván Gil anunció el envío de 26 toneladas de ayuda humanitaria a Cuba. El cargamento contiene productos alimenticios, insumos médicos y materiales de infraestructura para apoyar las labores de recuperación en las provincias orientales.
De igual modo, el Sistema de Naciones Unidas en Cuba, junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entregaron 5.000 servicios básicos de salud con kits de emergencia, además de 8 millones de litros de agua potable garantizados mediante 42.000 tabletas de cloro.
Mientras tanto, organizaciones políticas y de masas, como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), informaron la apertura de cuentas bancarias para canalizar donaciones internas que ayuden a la recuperación del oriente cubano.
Sin embargo, en redes sociales crece la preocupación por el destino real de la ayuda internacional. Muchos usuarios temen que los recursos no lleguen a los más necesitados.
“La ayuda debe llegar directamente a los afectados; si cuando había menos crisis se desviaban, imagínate ahora cuántos pescadores están esperando para aprovechar el río revuelto”, comentó un internauta.
Otros ciudadanos, especialmente en Bayamo y zonas rurales de Granma, denuncian que aún no han recibido ningún tipo de asistencia, ni siquiera en alimentos básicos.
“Hoy logré hablar con mis padres y en Bayamo llevan tres días sin electricidad, y tampoco les han vendido la famosa libra de arroz. No saben si les toca, porque no han escuchado nada al respecto”, lamentó una usuaria en Facebook.
El huracán Melissa provocó graves inundaciones, destrucción de viviendas y pérdidas materiales incalculables en el oriente de la Isla, dejando a miles de familias en situación crítica. Aunque no se reportan pérdidas humanas, la magnitud del desastre indica que la recuperación será larga y compleja.
Mientras el mundo envía solidaridad, los cubanos afectados esperan que esta vez la ayuda llegue a quienes verdaderamente la necesitan, y no se pierda —como tantas veces antes— en los laberintos del control estatal.